Tras varios días de silencio, volvió a sonar el teléfono rojo en la casa de GH y por supuesto, dio pie para las pelas. Tato fue el primero en atender y la voz del Big le pidió que reasignara las llaves que sus compañeros tenían para jugar por el auto.
En realidad, el uruguayo tenía la facultad de sacarle 3 llaves a 4 jugadores y entregarlas a quien quisiera, incluidos los chicos de la nueva camada que habían quedado afuera de la competencia por el vehículo. Tato entonces actuó: le sacó 3 a l Tana y se las entregó a Luciana, luego tomó las de Devi para dárselas a Luz, las de Ulises para Sandra y las de Chiara para Martina.
La decisión generó un gran revuelo, sobre todo porque Devi y Chiara se quedaron sin nada. Santiago Del Moro le preguntó a qué se debía su decisión y Tato simplificó: "la verdad es que preferí hacerle un mimo a las personas en las que más confío dentro de la casa".
Ahí fue que la hija de Mancusso le saltó a la yugular. "Me sorprendió bastante la actitud de él. No es un tema de estrategia ni de juego, estamos hablando de humanidad. Yo soy una persona distinta y me hubiera manejado diferente, hubiera sido equitativa porque algunos tienen 11 y yo ninguna", disparó.
Tato, sin perder la calma, siguió hablando y Chiara lo interrumpió para decirle al conductor que 'no quería explicaciones'. Pero el jugador fue más drástico aún: "Las explicaciones se las estoy dando a Santi porque me las pidió".