El miércoles se encendieron las alarmas en la casa de Gran Hermano cuando Bati Larrivey acudió al confesionario para pedir que la producción intervenga con Luciana ya que se estaba 'sintiendo acosado'. En su relato, dijo que él había planteado la incomodidad frente a determinadas actitudes de su compañera pero que no había alcanzado.
Fue por esto que se activó un protocolo especial y la voz del Big le advirtió frente a toda la casa que si bien el 'coqueteo' estaba permitido, había 'límites que respetar'. Poco después entró Santiago del Moro a la cas, le preguntó a Luciana si tenía algo para decir y fue ahí que se desató otro escándalo.
"No fue mi intención, me pareció prolijo de su parte que me lo dijera en la pieza y de mi parte, hay distancia. No sentí que lo incomodaba, incluso con Ulises, que somos de la comunidad, una se siente cómoda porque sabe que no hay falta de respeto. Era más por ese lado y no con doble sentido", dijo.
Inmediatamente Ulises hizo un gesto de disgusto que al conductor no se le pasó por alto y le preguntó si quería decir algo, pero el cordobés lo cortó en seco: "No hablo del tema". Su incomodidad fue evidente y al salir del vivo, fue rápidamente hacia la cabina de streaming para hacer un descargo.
"Del tema no hablo, yo no me referencio en esas situaciones que ponen incómodo a un tercero. Ulises Apóstoles no va a quedar en el medio de ninguno de estos temas, mi nombre ha sido expuesto en un vivo, no quise hablar más del tema porque tengo un apellido que cuidar", sentenció.
Ulises se sintió muy molesto por el hecho de que otra persona pusiera sobre la mesa una parte de su intimidad que él había elegido dejar afuera de la casa. Una decisión válida, que debe respetarse y que incluso Del Moro, al percibir su malestar, avaló: "Cada uno elige qué exponer y que no en esa casa".
Al final, el cordobés marcó: "Nada tengo que ver con esa palabra, con ser comunidad o dejar de ser comunidad".
¿Qué opinan ustedes de lo que pasó?