Luego de una intensa semana de placa positiva, la negativa regresó a Gran Hermano. Lo que parecía que iba a ser una parrilla simple terminó convirtiéndose en una multitudinaria. Ulises Apóstolo, fulminado por el líder, Luz Tito, Martina Pereyra, Selva Pérez y Gabriela Gianattasio ya estaban nominados. Santiago "Tato" Algorta hizo su jugada y el "Big" sancionó a Catalina Gorostidi.
Tato aclaró que él había entrado a jugar con la cabeza fría, pero, en esta oportunidad, manifestó que se dejaría llevar por el corazón. "Entré a jugar, pero me encariñé mucho con Luz y Luciana", expresó el uruguayo y decidió salvar a Luz Tito de esta placa. "Es una jugada distinta a la que me pide el juego", reconoció Santiago.
A la hora de subir a un compañero, fue claro: "Quiero armar una placa con la mayor cantidad posible de gente que salió entre los más votados el otro día". Después de hacer esa aclaración, Santiago "Tato" Algorta eligió a Catalina Gorostidi. "¡Gracias totales!", gritó la jugadora y agregó: "me lo merecía porque lo estuve atacando a él, a Luz. Me la banco".
Sin embargo, segundos después, Gran Hermano hizo un importante comunicado: Catalina Gorostidi está sancionada por hablar del afuera. A pesar de que ella lo niegue, las pruebas están, por lo que Santiago debió elegir a otro compañero para subir a placa. Con la idea de tener la mayor cantidad posible de personajes fuertes en la placa, Tato se decidió por Chiara Mancuso.
En seguida, se armó un fuerte cruce entre los participantes. Chiara expresó que se lo esperaba y lanzó: "Sos un burro como jugador". Tanto Mancuso como Catalina Gorostidi aprovecharon la ocasión para recordar el casting de Tato Algorta, en el que el uruguayo creó un personaje diferente al que mostró en la casa.
Además de los ya nominados, Eugenia Ruiz se sumó a la placa por haberse movido en su congelados. La jugada de Santiago "Tato" Algorta de bajar a Luz puede tomarse como una movida débil, pero sí armó algo interesante. Los participantes que están en peligros son, en su mayoría, fuertes y la expulsión del próximo domingo puede cambiar el juego.