Faltan menos de 15 días para la gran final de Gran Hermano y ninguno de los jugadores quiere irse de la casa en esta instancia. Las últimas eliminaciones son decisivas y ellos lo dan todo con tal de quedar entre los 4 finalistas.
Ulises Apóstolo era uno de los que estaba en la cuerda floja y le había prometido un 'piletazo' a la gente si llegaba a zafar. Por esta razón, cuando Santiago del Moro le confirmó que el público le había dado la derecha y seguiría en el juego, arrojó el micrófono en el comedor y salió corriendo desaforadamente hacia la pileta.
Al joven del 'interior del interior' no le importó el frío (la pileta está climatizada pero se encuentra al aire libre y era una noche muy fría), ni la ropa ni nada. Prometió y cumplió al grito de 'no me van a sacar de acá', frente a la mirada atónita de todos sus compañeros.