Una tragedia se vivió la semana pasada en Santa Cruz cuando un grupo de una excursión había salido a andar en kayak por el Lago Cardiel. El problema se produjo cuando se desató una tormenta y varios de ellos cayeron al agua, incluido un niño de ocho años.
Fue en ese momento en que Marilena Bossio, una joven veterinaria de 26 años y experta nadadora, no dudó en darle su salvavidas para intentar salvarlo. Lamentablemente, ella falleció debido a las bajas temperaturas pero logró salvar al nene, quien flotó durante cuatro horas hasta ser rescatado.
Según contó su mamá María Alicia Martínez, la muchacha había viajado desde Río Tercero para estudiar los animales ya que estaba buscando un nuevo trabajo en su carrera.
“Mi hija era un ser de luz. No sólo tenía un enorme amor por los animales. Era un maravilloso ser humano del que aprendíamos todos”, expresó destrozada en diálogo con el noticiero Arriba Córdoba (El Doce).
“Nos permitieron ver su cuerpo y una tenía la ilusión de que no fuera ella porque era una gran nadadora y aprendió en una escuela de Río Tercero. Ella era capaz de darlo todo sin medir las consecuencias. No dudo que haya ofrecido su salvavidas por un niño”, agregó.
Marilena no fue la única persona fallecida producto de la tormenta. Otras tres personas también perdieron la vida y aún se busca el cuerpo de Javier Barría Peralta, un cabo bombero de la Policía.
Conmocionados con lo que pasó, algunos profesores de la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la UNRC de la joven compartieron mensajes para despedirla y resaltaron que había sido una muy buena persona. “Era una persona con la que se podía contar porque una actividad de medicina veterinaria donde se requiere estar disponible las 24 es algo muy especial. Y ella era especial: si había casos que atender, no tenía problemas en hacer cualquier tarea”, expresó la profesora Nora Trotti.