Desde 2014, en nuestro país se celebra el 30 de noviembre como Día Nacional del Mate en honor no solo a la bebida argentina por excelencia sino además a un caudillo misionero algo olvidado en la historia, cuyo nombre fue Andrés Guasurari, conocido como el Comandante Andresito, un militar de etnia guaraní que fue el primer y único gobernador indígena de Misiones y desempeñó papeles muy decisivos en la historia de nuestro país. También fue uno de los más fieles colaboradores del general de la Banda Oriental (actual Uruguay) José Gervasio Artigas, quien lo apadrinó y lo adoptó como hijo; permitiéndole firmar como Andrés Artigas.
En 2014, la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner lo ascendió a general post mortem y en honor a su día de nacimiento el 30 de noviembre instauró que en esa fecha se festejara el Día de nuestra infusión nacional, tan representativa de Misiones, sus yerbatales y sus indígenas que descubrieron las ventajas de la caá o yerba mate. Justamente el 30 de noviembre se celebra en el mundo cristiano la festividad de San Andrés.
Nacido en Santo Tomé, Corrientes, en 1778, su nombre guaraní significa "venado arisco". En 1811 se sumó al ejército de Belgrano para marchar a Paraguay y liberarla de las tropas realistas. Cuando Belgrano marchó a la Banda Oriental y ahí fue destituido, Andresito se unió a las fuerzas de Artigas.
Este caudillo tomó a Andresito bajo su mando y lo adoptó, permitiéndole usar el apellido Artigas, lo que hizo posible que Andresito fuera ascendido en el ejército , ya que no se permitía ascender a los indígenas, y llegara a ser el Comandante General de los territorios misioneros. Así fue como Guasurari-Artigas tuvo una historia única. Durante su gobierno militar, propició una reforma agraria y liberó a esclavos aborígenes y negros.
Los años de lucha de Andresito estuvieron signados por la permanente tensión en las fronteras con las fuerzas brasileñas. En abril de 1819 lo sorprendieron el 6 de junio de 1819 en el paso de Itacurubí del río Camacuá (combate de Itacurubí).
El desigual encuentro fue desastroso para las fuerzas de Guasurari. Se vio obligado a abandonar el campo, con la idea de volver a formar sus tropas en la margen occidental del río Uruguay, pero antes de conseguirlo, fue hecho prisionero por los brasileños cuando intentaba cruzar el río Uruguay el 24 de junio de 1819.
Se cree que murió prisionero en las mazmorras de la Ilha das Cobras (isla de las Cobras), cerca de Río de Janeiro, en Brasil, probablemente en 1821.