Este jueves 26 se llevó adelante la rueda final de los alegatos en el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa. Se avecina el final de este camino en el que toda la sociedad, pero sobre todos los involucrados, buscan que se haga justicia. En esta última jornada en el Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Dolores, quienes hablaron fueron los 8 imputados.
El que sorprendió con sus lágrimas fue Máximo Thomsen. Cuando expuso, uno de los que está más complicado de acuerdo a las pruebas presentadas, rompió en llanto al declarar. No conmovió a nadie, hizo que su abogado, Hugo Tomei, se enojara por mostrar debilidad públicamente. Sobre esto hablo Silvino, el padre de Báez Sosa. “Yo lo tomé como de quien vino”, comenzó en diálogo con Telenoche.
Inmediatamente se sinceró: “No me llegaron sus disculpas, creo que después de tres años hemos pasado por mucho y estos días, un montón de días que pasamos con la audiencia fue muy duro. Los primeros días de la audiencia, el tercer día creo que fue, se la pasaron riendo cuando vino el señor Ventura, cuando vino a declarar se le rieron todos. Y creo, como dice el doctor Burlando, que están muy coacheados”.
Inmediatamente volvió a remarcar: “Yo soy un ser humano, que puedo perdonar, llorar como cualquiera, pero esto no me llegó”. “Él quiere demostrar que lo que hizo no fue con intención, y está bien, que llore, que patalee”.
“A mí no me mueve nada (el llanto de Thomsen). Yo creo que sabe lo que se le viene, que es muy duro, pero arrepentimiento por lo que hizo…Cuando agarró el micrófono para declarar ante la Fiscalía dijo un montón de mentiras que no me olvido, él se acordó que tiró tres patadas pero no se acordó a quién le pegaba”.