Delfina Burlando es hija de Fernando Burlando pero además de sus genes también heredó su pasión por el derecho. Estudió abogacía en la Universidad Nacional de La Plata y cursó la Maestría y especialización en Derecho Penal en la Universidad de San Andrés. Desde 2017 forma parte del estudio de su papá. Tiene una hermana mayor, María, ambas fruto de la relación del Dr. Burlando con María Gabriela García Girotti. Su hermanita menor es Sarah, hija de Barby Franco, que nació hace unos días.
Durante el juicio a los acusados de matar a Fernando Báez Sosa, Delfina se encargó de acompañar y asistir en todo a Graciela y Silvina, los padres del joven asesinado.
El viernes 27 la joven abogada visitó Invasores de la Tv, el programa que conducen Belén Ludueña y Luis Ventura. A lo primero que hizo referencia fue a las últimas palabras de los acusados y si le habían resultado creíbles. "Ellos tuvieron la última palabra. Creo que tal vez al principio cuando habló el primero a uno capaz lo podía conmover pero cuando se escuchó que el segundo repetía lo mismo que el primero, y se escuchó al tercero que repetía lo mismo que el primero y el segundo, en un punto pierde esa espontaneidad y esa sinceridad que uno busca. Fue medio guionado".
Después ya se metió de lleno a hablar sobre cómo fue vivir el juicio junto a los padres de Fernando Báez Sosa. Ser la testigo más cercana del sufrimiento de ambos al ver a los verdugos de su hijo, revivir el horror de los videos de su asesinato y los testimonios desgarradores de los testigos. "Conocer a la familia de Fernando, a Silvino y a Graciela, en un punto fue lo mejor que me pudo haber pasado. Son un ejemplo de fortaleza, de valentía. Imagínate que desde el día uno ellos están presenciando cada audiencia y lógicamente que hay varias cosas que durante el juicio son intolerables de escuchar, de ver para un padre o para una madre que que perdieron a un hijo de esa manera. Ellos superaron la audiencia y creo que nosotros cuando los conocimos cumplimos cada uno el rol de acompañarlos. Pero bueno cada cada jornada era verlos abatidos".
Consultada acerca de cómo fue cambiando el ánimo de los padres a lo largo de las distintas audiencias, Delfina explicó: "En un punto, más allá de que ellos están muy rotos, fue algo positivo. Somos un equipo muy grande, más de 20 abogados y creo que cada uno cumplió su función. Fernando Burlando, Fabián y Facundo Améndola como sus representantes, Sandro y yo apoyándolos. Cada audiencia duraba mucho, los alegatos del fiscal y del doctor Burlando duraron 12 horas. Ellos están muy agradecidos y más que nada nosotros con ellos".
Delfina también contó cómo surgió la idea de que fuera ella quien apuntalara a sus padres durante el juicio, rol al que Ventura definió como su "ángel de la guarda". La hija de Burlando se remontó a los comienzos de la causa. "Cuando mi papá tomó el caso, nosotros estábamos en Uruguay con mi hermana y Barby. En aquel momento nosotros escuchamos las noticias, vimos lo que dijo Graciela que le hubiese encantado que el hijo fuera como mi papá, cosa que es un orgullo para mí y se lo planteamos a mi papá. ¿Cómo podemos hacer para ayudar a esta familia? Mi papá no lo dudó. Ahí surgió todo y fue fluyendo. La verdad es que siento mucho empatía, todos tenemos generamos un vínculo y tenemos tenemos mucho cariño. Después mi papá, que es el líder, impuso cada rol".
Cuando le preguntaron si en algún momento de las audiencias ella misma se quebró, Delfina admitió que si. "Me pasó, por ejemplo el alegato de Facundo Améndola fue emocionante. Uno trata de ser un poco de ser fuerte cuando está al lado de ellos. Yo por momentos le ponía la mano encima de su rodilla a Graciela y trata de transmitir un poco de fortaleza."
En otro tramo de la entrevista del programa de América, Belén Ludueña le citó la frase de Eduardo, el papá de uno de los acusados, Matías Benicelli, quien habia dicho que "el dolor no se cura con más dolor", a lo que Facundo Améndola le respondió "el dolor se cura con más justicia". ¿Pero habrá justicia capaz de mitigar ese dolor? "Obviamente que el dolor de la pérdida de un hijo no creo que se cure nunca -respondió Delfina Burlando- pero sí creo que se van a sentir mejor".
Sobre la contención que había que darles luego de cada audiencia en la que tenían que revivir detalles del crimen de su hijo, aseguró: "Era muy difícil pero al ser jornadas tan largas, tan tediosas y pesadas, cuando salíamos tratábamos de hablar de otra cosa. Ellos salían y la gente se les abalanzaba. Nosotros tratábamos capaz de distender un poco. En la última audiencia nos fuimos a almorzar, y Silvino dijo unas palabras y remarcó que él necesita en un punto distender su mente y que nosotros lo habíamos ayudado mucho. Fue muy emocionante, ahí la verdad que lloré bastante".
Delfina también dio detalles de cómo sobrellevaron Graciela y Silvino lo que escuchaban de parte de la defensa y de los acusados que buscaban relativizar la brutalidad del crimen. "Muchas veces se iban de la sala porque no toleraban escuchar esas mentiras. No toleraban escuchar el dolor de los otros padres porque imagínense el dolor que pueden llegar a tener ellos viendo los videos del asesinato de su hijo".
Finalmente concluyó expresando lo que sentia al haber podido desempeñarse en ese rol acaso más humano que jurídico pero decisivo. "Soy la abogada junior del estudio, de la nueva generación y estoy dando mis primeros pasos. La verdad es que vivir esta experiencia con ellos, que hayan pasado por este momento y tal vez poder prestar un hombro o poder ayudarlos para mí es un honor y es una experiencia única".