Las leches no lácteas se pueden comprar en las tiendas y supermercados, pero también se pueden realizar en casa. Se obtienen de una variedad de plantas como frutos secos (almendras, avellanas, castañas), legumbres (maní), semillas (sésamo), cereales (arroz, avena, quinoa), soja y coco: todos alimentos vegetales ricos en nutrientes.
Son muy fáciles de hacer y se requieren muy pocos ingredientes. Duran entre tres y cuatro días en la heladera y pueden endulzarse a gusto. Además, son saludables y sustentables.
Estas leches son una excelente alternativa para quienes eligen una alimentación a base de plantas. Pero, ¿qué pasa con el calcio? La nutricionista Gisela Pitura (mat. 1219), de Million Dollar Vegan, explica: “Hemos crecido con la idea de que la leche es lo que ayuda a mantener nuestros huesos fuertes. La realidad es que lo que ayuda a mantener nuestros huesos fuertes es el consumo de tres porciones diarias de calcio, y este mineral podemos obtenerlo de diversas fuentes vegetales, como el brócoli y el kale, legumbres, tofu, almendras y otras semillas. Además, es importante fijar el calcio con vitamina D que sintetizamos al exponernos unos minutos al sol, de forma diaria".
Paso a paso para hacer leche de almendras casera
(Rinde 1 litro)
Ingredientes
1 taza de almendras
1 litro de agua
Un poco más de agua para remojo (cantidad necesaria)
Poner en remojo las almendras (utilizar la cantidad necesaria de agua). Dejarlas sumergidas entre 8 a 12 horas y luego escurrir.
Procesar o licuarlas, agregando de a poco el litro de agua. Si se utiliza menos cantidad de almendras, necesitarás menos agua.
Pasar la preparación por un filtro de tela y ¡listo para consumir!
Si sobra, podés guardarla herméticamente en la heladera entre tres a cuatro días.