La investigación avanza y los detalles que se van conociendo sobre los últimos días de vida de Diego Maradona son estremecedores. Esta semana, le tocó el turno de ampliar declaración a Maxi Pomargo y a Jonathan Espósito. El primero era mano derecha del Diez y cuñado de Matías Morla mientras que el segundo, es el sobrino del ex jugador. Los dos convivieron con él en la casa de Tigre durante los últimos días de vida.
Este jueves, pasaron por la fiscalía para ampliar sus declaraciones y en ellas, complicaron aún más la situación de los médicos imputados. Ambos aseguraron que lo habían notado 'muy hinchado' y deprimido, que apenas tenía ganas de salir de la habitación y que 'nadie hizo nada'.
El equipo periodístico de Telam accedió a las declaraciones y supo, entre otras cosas, que Jonathan aseguró que su función era 'quedarse a dormir en la casa por cualquier cosa' y que tenía entendido que se había hablado con Luque sobre lo mal que veían a su tío. También comentó que habló con uno de los enfermeros sobre lo hinchado que lo veía y mencionó que 'no quería comer'.
En cuanto a Maxi Pomargo, aseguró que Diego estaba mal porque 'estaba alejado de Rocío Oliva' y que en su último cumpleaños, lo vio triste: "Quería estar con todos sus hijos, lo había intentado pero no salió como él esperaba". Luego detalló: "Estaba obsesionado con Rocío, quería que vuelva con él".
Otro de los puntos clave que mencionó fue sobre su aspecto en los últimos días: dijo que lo vio hinchado, que le preguntó a una de las enfermeras si era por la medicación y si podía consultar con alguien el motivo por el que lo veía siempre acostado.