Nicolás Cabré estuvo en el último programa en vivo de Los Mammones (seguirá hasta fin de año pero con emisiones ya grabadas) y vivió un momento emotivo cuando habló de su búsqueda constante de la felicidad. Cuando empezó a crecer creyó que la había conseguido gracias a los importantes contratos como actor, pero reflejarse en su padre le cambió la realidad.
“Mis viejo me dio todo. Rompiéndose el alma, porque me iba a buscar, era taxista, entonces iba y venía todo el tiempo…”, comenzó Cabré hablando de Norberto, el hombre que falleció en 2014.
Luego, agregó: “En su momento empecé a tener contacto con la plata, tenía mi auto importado, y jamás logré la cara de felicidad de él. Una vez él se había comprado un Gol y, la verdad, a mi el auto no me sorprendía.
Enseguida contó cómo fue el momento en el que lo llamó para que lo viera: “Me lo mostraba con una ilusión…y yo lo miraba a él y vi que con lo que creí que había conseguido y comprado, mi auto importado, me di cuenta que yo nunca había conseguido tener esa cara de felicidad, de orgullo”.
“Vendí mi auto y mi compré el mismo auto que él -me duró cuatro meses-…el auto no me gustaba, la verdad, pero era la búsqueda esa”, sostuvo el actor, y enseguida profundizó buscando en su corazón: “Hoy miro a Rufina –la hija que tuvo con la China Suárez- y descubro que me enseñó lo que es sonreír. Estoy mucho más cerca de esa sonrisa de mi papá y no es material, es mi hija que me dio un abrazo”, cerró con una clara emoción.