La vuelta a las clases presenciales generó todo tipo de sensaciones en los papás que vivieron casi con la emoción de un debutante ese gran momento. Pero en el caso de Ailén, el inicio se mezcla con la ansiedad propia de todos los primerizos que deben llevar a sus hijos por primera vez y dejarlos solitos en el aula.
La modelo había comenzado la semana pasada con el período de adaptación que, según contó, no está resultando nada fácil . "Al principio tuvimos 3 dias de adaptación con nosotros nos quedábamos en el pasillo... Fran salía cada 10 minutos a buscarme. Esta semana ya comenzamos con los nenes adentro del jardín y los papás afuera, pero no pudo ser. Fran salió a los 3 minutos a buscarme con un puchero enorme para que entrara con él... no quiso saber nada".
Como está ocurriendo en muchas familias, después de un año de pandemia en el que padres e hijos estuvieron juntos y pegados todo el día, volver a clases no resultaría lo más sencillo. "Estuvimos un año pegados, calculo que es un proceso", agregó resignada.