ENTREVISTA EXCLUSIVA

Osvaldo Laport: “El cine no vino a mi porque hay discriminación con los actores de teleteatro”

Una charla íntima con el actor. Su nuevo desafío profesional, las chances que tuvo de estar en Masterchef Celebrity y cómo afectó la pandemia su trabajo y el de su familia.

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Contrariamente a lo que podrían haber pensado los estudiantes de la Universidad del cine, ciertos habitantes de un cordón específico de CABA y una selección de impiadosos críticos, Osvaldo Laport (64) se adueñó del primer BAFICI en pandemia. El actor uruguayo, que a pesar de haber transitado una carrera televisiva envidiable solo cuenta con un puñado de participaciones en películas, es el protagonista del film que abrió el festival de cine independiente más importante de Buenos Aires. Bandido, así se llama la película y el personaje que interpreta en ella, se ofrece como una pequeña y emotiva historia sobre un cantante que no quiere actuar más pero que un evento desafortunado lo pone nuevamente en cancha.

El tránsito de Osvaldo hacia una nueva función de Bandido esta vez con sus seres más cercanos fue toda una odisea de gloria: comenzó con Laport sacándole una foto a la puerta del mítico y restaurado cine Gaumont y con el guardia de seguridad del alcohol en gel haciendo un gestito de boxeador al son de “¡campeones, eh!”. Siguió con el personal de limpieza entero queriendo sacarse una foto con el actor, continuó con Osvaldo recitando un texto del escritor Jack Kerouac y, una vez finalizada la película, concluyó con un cálido y permanente aplauso con amistosos toquecitos en el hombro a Laport incluidos. Con una actuación convincente que redobla su apuesta en lo profesional, la condición de star del uruguayo sigue más vigente que nunca.

-¿Cómo va Bandido?

-La apertura fue una jornada conmovedora en el BAFICI. Por ser el estreno, una asignatura pendiente en mi carrera en el cine y porque se fueron dando las cosas en una realidad que padecemos. Sabiendo que hay tanta necesidad de trabajo en un medio difícil como es el nuestro, el artístico, que yo pueda estrenar una película es un privilegio.

-¿Por qué lo considerabas una asignatura pendiente?

-Porque es así, el cine no me había abierto las puertas (no quiere decir que estén abiertas). He tenido esta oportunidad y parece que, por suerte, la película está siendo acompañada por buenas críticas, el reconocimiento del público y la gente entendida en cine. Si bien tengo otros proyectos de cine en el futuro no había transitado algo como ésto.

-¿Te lo imaginabas?

-Uno no quiere hacer una carrera de ésto o de lo otro. El actor, en mi caso, está abierto. Conozco casos de colegas que a mi como protagonista de telenovelas vinieron y me dijeron: “aconsejame, no sé si quiero seguir haciendo ésto. Quiero hacer cine”. Siempre estuve abierto a las oportunidades y a lo que se venía decantando. Arranqué en teatro y después la televisión me dio el privilegio de hacer una carrera como protagonista de teleteatros. No como galán, porque galán no ha sido justamente en mi una carrera. Han sido personajes... y los menores porque mis personajes en teleteatro han sido también antihéroes. El cine tal vez tampoco vino porque hay una discriminación, un prejuicio muy presente relacionado a si sos actor de teleteatro, excepto únicamente en el cine muy comercial. Pero seguí haciendo mi laburo silenciosamente. Yo dirijo teatro y tengo puestas en escenas relacionadas a los poetas malditos, por ejemplo. Rimbaud, Beatnik, Pizarnik. Yo he estado abierto siempre. Quien ha estado cerrado es el prejuicio de la sociedad.

-¿Crees que tu carrera puede dar un giro con esta película?

-Mi filosofía de vida es que hay que dejar que las cosas fluyan naturalmente. No sé qué va a suceder después de esta experiencia. Hoy vivo el presente. Siempre lo hice, nunca me interesó buscar el futuro ni vivir del pasado. Como actor he tenido grandes privilegios con el teleteatro y con el teatro. He tenido el privilegio de estar en megaproducciones que no lo han tenido otros colegas. Más allá del horizonte, Cosecharás tu siembra, Campeones... fueron megaproducciones.

-¿Qué destacás de este personaje Bandido?

-Que es una linda oportunidad para contar el detrás de un artista nuestro. Ese artista está muy presente. Tal vez la crisis existencial que padece este personaje no es la misma que padece el artista nuestro porque está ligada a la continuidad laboral o a las crisis económicas que padece el país, entonces los altibajos del artista nuestro son constantes. La crisis que tiene Bandido es emocional y muy personal.

-¿Por qué crees que existen especialmente en Argentina esos altibajos en el artista?

-La realidad que padecemos como sociedad es de una constante lucha. No es una crítica lo mío, que no se malinterprete. Es entender que la realidad del artista también es, por ejemplo, la del productor. A veces nos encontramos haciendo giras teatrales y las realidades son lo que hay. Y lo que hay a veces son situaciones poco felices mas allá de la continuidad del laburo. Por ejemplo frente a cómo se viaja o cómo se duerme o dónde se duerme.

-¿Cómo afectó la pandemia tu año profesional y el de tu familia, que también son artistas?

-La repercusión tiene que ver con la creación también. La observación es el principio de la creación. Tanto mi mujer como mi hija han entendido y han aprendido, porque también lo traigo yo de cuna, esto de ser resilientes todo el tiempo. En cuarentena tuve la oportunidad de crear teatroplay.com, que se convirtió en la primera plataforma teatral ticketera que crea contenido. Cuando hablo de prejuicio también estuvo ahí porque hubo colegas que dijeron: ‘esto no sirve para nada, esto no es teatro’ sin analizar que podía llegar a ser -y lo es- una nueva modalidad de laburo cuando hay tantos colegas que están pidiendo trabajo. O también de los opositores productores de streaming que empezaron a decir que empezaron a aparecer los parripollos sin entender que hay lugar para todos. Somos una sociedad muy difícil de acompañamiento y de sensibilizarse con el otro.

-¿Hubo gente que te preguntó qué haces en una ficción así? ¿Tuviste enfrentamientos con colegas de ese estilo?

-No directamente a mi, pero si hubo opiniones que leí de colegas que dijeron ‘ésto no sirve, esto no es teatro’. Sin embargo hicimos un producto que se llamó Detrás del Arcoiris que es hoy en el mejor producto vía streaming que existe en este momento. Es cine.

-Le dijiste que no a Masterchef. ¿Volverías a un reality?

-El Bailando tiene que ver con el arte, con la danza, y al mismo tiempo había cumplido 60 pirulos y no me quería quedar con las ganas de si servía para una comedia musical o no. Masterchef, si bien la cocina también es arte no está relacionada con el artista en sí. Los intentos de ensamblarse en la negociación no pudieron ser. Pero de ambas partes estuvo el respeto, la cordialidad y las buenas intenciones.

-¿Y llegaste a resolver tu pregunta respecto a la comedia musical?

-Claro si, después apareció Siddharta.

Foto: Nicolás Mancini