LA MUJER MURIÓ EL AÑO PASADO

Georgina Barbarossa recibió una señal de su mamá: "Me vino a visitar a mi habitación en forma de mariposa"

Susana Roig, la madre de la actriz, falleció en agosto de 2020 y Georgina la extraña mucho. Días atrás la actriz recibió una visita inesperada y está convencida de que era su mamá. También siente que la ayudó en una gala de Masterchef Celebrity.

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El 29 de agosto de 2020, Georgina Barbarossa perdió a una de las personas más importantes de su vida: su mamá, Susana Roig. Aunque actualmente la actriz atraviesa un gran presente profesional con su destacado trabajo en Masterchef Celebrity Argentina, aun no sanó las heridas por completo y sigue extrañando mucho a su mamá. La mujer tenía 91 años, estaba ciega hacía un tiempo y era una de las mayores compañías de Georgina. Aunque no está en este plano, la artista la siente muy presente y está muy conectada con su madre, quien casualmente hace unos días la visitó a Barbarossa de manera inesperada.

¿Cómo fue "la visita" que le hizo Susana a Georgi? Así lo relató la actriz a Pronto: "El otro día entró una mariposa a casa, se quedó horas en el balcón y luego se metió a dar vueltas en mi habitación. Dicen que cuando entra una mariposa o un colibrí, son almas que te vienen a visitar. Estoy convencida de que era ella. A mamá la extraño muchísimo y me hace mucha falta. Por momentos, regreso a casa y pienso que le voy a decir algo. O estoy pendiente del teléfono pensando en ella. Después me doy cuenta de que siempre estaba con el celular pendiente de que ella me llamara. No es que los chicos me llaman todo el tiempo, aparte ellos son varones y están grandes; el teléfono era por si le pasaba algo a mamá".

-¿La extrañás?

-Muchísimo y creo que estaría orgullosa viéndome en Masterchef Celebrity. Creo que muchas cosas que me pasaron en el programa no fueron casualidad sino que algo tuvo que ver mi vieja. Me tocaron platos como una paella que me remitió directo a ella o me pasó que estaba cocinando, me faltaba el vinagre blanco y dije: “Ay, vieja, por favor”. Y de repente, apareció el vinagre para hacer un huevo poché. Son señales, sin dudas.

-¿Estaría contenta viéndote?

-Sí porque le encantaba Masterchef. Ella no veía porque estaba ciega pero escuchaba y le encantaba el programa. Como murió el 29 de agosto, llegó a ver algo de la primera temporada. Mamá veía Jesús y luego Masterchef. Ya estaba viejita y los últimos diez años los vivió de milagro. La cuidé y la cuidamos todos como un cristal. Siento que hicimos todo lo que podíamos hacer. La cuidé hasta el final, con mis hermanos y nuestros hijos. Tengo la conciencia re tranquila con eso y me siento en paz.

-Eso es lo más importante, Georgina.

-Acompañarla hasta el último suspiro fue muy fuerte. Pero también fue bueno. Hablábamos mucho de la muerte y si tenía miedo o no. Rosita Sueiro me mandó al Padre Horario y él la acompañó mucho. Fue muy conmovedora la partida de mamá y fue en paz. Ella sabía que se estaba muriendo y el Padre Horario le dio la misa por Whatsapp. Escuchó la misa, el padre le dio la bendición y entendió un montón de cosas. Justo el Evangelio de ese día fue muy especial, era Mateo 25 y la partida de mamá fue realmente fuerte. Ella sabía que se estaba yendo y me dijo: “Dale, vamos Georgina”, porque ya se sentía muy mal. Ese ´vamos´ significaba internarse y ya no volver a casa. El pacto que teníamos era no dejarla sufrir y en ese vamos estaba cerrado todo lo que veníamos hablando hacía muchísimo tiempo. Era la síntesis, su despedida.

-¿Y qué hiciste?

-Les avisé a mis hermanos y gracias a las videollamadas pudimos estar online todos juntos esos últimos tres días. Ella se despidió de sus hijos, sus nietos, sus bisnietos y sus amigos. Fue muy muy emotivo. Y se fue en paz, que es lo más importante. El Evangelio de ese día hablaba de eso, de lo que es la fiesta del casamiento cuando uno se va a encontrar con su marido. ¡Es maravilloso ese pasaje! Fue muy bello y lloramos a más no poder. A la mañana siguiente, mamá murió. Son momentos muy difíciles y hay que pasarlos porque así es la vida.

-¿Hablaban de la muerte?

-Sí, claro. La muerte tiene mala prensa pero todos nos vamos a morir. Así como todos nos vamos a ir de Masterchef y va a quedar solo uno, bueno en la vida no va a quedar ninguno. Estamos todos de paso. Lo importante es dar cuenta por dónde pasa la vida, meditar mucho y descubrir qué es lo esencial de nuestro paso por este plano. Y más después de la pandemia y todo lo que vivimos este año. Ahí te das cuenta de que no pasa por un par de zapatos, por el rating o el éxito. ¿Qué es el éxito o el no éxito? Si el éxito es tener una familia, amigos y afectos, yo me considero millonaria.