"Mi abuela tiene 99 años y una dosis de la vacuna. Sobrevivió al COVID. Besos". Ese fue el mensaje que Tamara Garzón compartió en sus historias de Instagram, acompañado por una foto en la que se la ve en el hospital con su abuela internada. Pronto se comunicó con la actriz, hija de Alicia Zanca y Gustavo Garzón, quien contó los detalles detrás de su emocionante posteo.
"Mi abuela se llama Dalia y es la mamá de mi mamá. Mi vieja era hija única y por ende mi abuela quedó medio a mi cargo. Soy su única familiar viva, por así decirlo. La estoy cuidando porque ella se deprimió mucho cuando se murió mi mamá, entonces es un tema muy delicado. Hace seis meses, a sus 98 años porque ahora ya cumple los 99 a fines de junio, decidí llevarla a una institución porque ya eran demasiados los cuidados", relata con detalle Tamara. En diciembre la actriz tomó la decisión de internar a su abuela en un lugar donde la atienden las 24 horas pero hace unos días todos los abuelos se contagiaron de coronavirus.
¿Cómo siguió la historia? "La mayoría estuvo asintomática o con síntomas muy leves, entre ellos mi abuela. La aislaron, armaron unas islas dentro de la misma institución y ya todos los abuelitos recibieron la primera dosis de la vacuna contra el COVID", contó la actriz. Y reveló lo duro que fue para su abuela aceptar internarse. "Ella estaba muy angustiada porque no quería estar en ese lugar y dejó de comer, hizo como una huelga de hambre. Entonces yo le expliqué por teléfono que tenía que comer y que estaba ahí porque tenía COVID, que es algo que le cuesta entender por más de que yo le hable y le diga que está en todo el mundo. Mientras la convencía por teléfono, se cayó y se quebró la cadera", contó Garzón.
La buena noticia es que esta tarde la mujer entró a quirófano y salió airosa de la intervención quirúrgica para sanar su cadera quebrada. "Fue difícil encontrar una clínica donde la agarren porque ella tenía COVID, pero lo logramos. Al día 10 del coronavirus los médicos se preocuparon mucho pero a los dos días se repuso. Hoy la operaron de la cadera y sobrevivió a tantas, que yo sabía que una más iba a poder hacerlo. Son complejas las internaciones en este momento; al principio no me la dejaban ver y ahora puedo ir 15 minutos por día, a las 2 de la tarde y vestida de astronauta", relató.
Antes de cerrar, Tamara reflexionó: "Es muy lindo el acercamiento que estamos teniendo ahora con mi abuela porque ella siempre fue muy brava y tuvimos una relación un poco ríspida. Es lindo que a esta altura nos podamos reencontrar desde otro lugar, con muchísimo amor. No puedo creer que hoy haya salido bien de la operación de cadera, después de haber sorteado el COVID. Sin dudas: mi abuela es inmortal".