Cuando Marcelo Tinelli y Guillermina Valdés comenzaron su relación en 2012, la noticia le cayó como un balde de agua fría a Sebastián Ortega. El productor y la modelo habían estado en pareja durante catorce años y tenían tres hijos en común: Dante, Paloma y Helena.
Según había trascendido en ese momento, Ortega no sólo estaba dolido por la separación sino que también se sentía traicionado por el conductor, a quien consideraba su amigo. "Marcelo Tinelli fue una gran decepción en mi vida. Hoy, por suerte, ya no es nada", había dicho enojado.
Mucho agua pasó bajo el puente y, a diez años del divorcio, pareciera que la relación entre Guillermina Valdés y su ex se encuentra en un buen momento. Así lo dejó en claro ella durante una entrevista esta mañana en LAM.
Todo comenzó cuando Ángel de Brito le preguntó por su vínculo con Paula Robles y Soledad Aquino, las dos ex de Marcelo y madres de sus otros hijos. "Yo he estado con Paula y es un amor. Charlamos un montón y tenemos varias cosas en común porque somos las dos cancerianas con luna en piscis", admitió.
Con respecto a Aquino, quien se encuentra atravesando un complejo problema de salud, Valdés continuó: "Sole es una mujer muy divertida y amorosa. No puedo creer todo lo que le está pasando. Justo hoy le mandé un mensaje a Mica (Tinelli) diciéndole que la extrañaba porque ahora con el programa no puedo ir a visitarla tanto".
Finalmente, con ganas de que hablara de Ortega, Ángel le consultó cómo se llevaba adelante una relación con un ex cuando una de las partes no le ponía buena voluntad. "Lo primero es la aceptación, no todo puede ser ideal", respondió ella.
De todas maneras, dando a entender que su vínculo con Sebastián había mejorado, Valdés cerró: "Mis hijos están bien y eso es lo único que importa. Nosotros tenemos diálogo, hablamos por los chicos. Así que podría decirse que está todo bien".