Emiliano Boscatto fue uno de los grandes jugadores que tuvo Gran Hermano 2011. Por su ingenio y mostrarse tal cual es, rápidamente se convirtió en uno de los preferidos de los seguidores del reality más famoso. De aquella época se recuerdan varias historias, pero la más tierna, seguramente, la protagoniza Emiliano.
En aquel entonces, en un momento ingresó Kymba, una perra que por entonces era una cachorra. Apenas cruzó la puerta fue directo a Boscatto. Lo eligió y todo el tiempo lo seguía a sol y sombra. Se transformaron en una gran pareja, con un vínculo nunca visto.
Fue tal lo que se dio, que Emi no dudó en adoptarla y llevársela a su Córdoba natal, a la casa de sus padres. Incluso, en el confesionario, hasta firmó los papeles de adopción, porque el pedido era que la cuidara como corresponde.
A casi 12 años, Kimba todavía vive. Está viejita, pero con la misma energía de siempre. A raíz de esto, PRONTO charló con el protagonista de esta historia. Sobre cómo comenzó todo, Emiliano recuerda: “La perrita estaba en un lugar de adopción. Y la llevaron a la casa para conseguirle un adoptante que iba a ser del público”.
Sin embargo, todo cambió: “Cuando la perra entró todos se imaginaron que iría directo a Cristian U. Porque él era paseador de perros. Todos se le tiraron encima, menos yo, que era cero mascotero”. “Pero de a poco fuimos encariñándonos y Kymba se volcó 100 por ciento conmigo”.
La producción decidió preguntarme si la quería adoptar yo, y no lo dudé; me la quede. Me la traje a Córdoba. Claro que yo viajaba mucho. Pero ella con mi familia se encariño ahí nomas. Yo venía a Córdoba muy seguido”, soltó.
Actualmente, Boscato está en pareja con Javier, un abogado español con el que vive en Madrid, España. Allá trabaja como actor de cine para adulto y tiene una vida hecho. Sin embargo, este verano se vino de vacaciones, para reencontrarse con su familia, y con Kimba, que tiene 13 años, que lo recibió con la misma alegría de siempre.