El 2021 fue un año difícil sin duda para Soledad Aquino quien luchó por su vida durante varios meses tras una hemorragia severa, que luego derivó en una cirrosis hepática y una úlcera de duodeno. A todo eso se le sumó el coronavirus que se lo contagió mientras estaba internada en la Trinidad.
Pero eso no fue todo, luego de recibir medicación y tratamientos, el personal sanitario tomó la determinación de acudir de manera urgente a un trasplante de hígado. En junio se efectuó la donación y pudo ser trasplantada con éxito.
En diálogo con Hola, Soledad contó cómo transitó la dura operación. “El trasplante no es una joda: fue una cirugía de nueve horas. Cada vez que lo pienso no lo puedo creer: Mierda, me tuvieron abierta durante horas y tuve dos paros cardíacos”, comenzó diciendo y agregó:
“Así estuve yo, carajo, luchando entre la vida y la muerte. Mis hijas me contaron que los médicos decían que lo mío era un milagro. Y yo pienso que realmente tenía muchas ganas de vivir”. Por su parte Aquino cerró: A los médicos les decía: ‘Por favor, cuídenme que no me quiero ir’, porque yo adentro mío tenía una fuerza interior gigante, tenía muchas ganas de vivir”.