De un tiempo a esta parte, Roberto García Moritán se instaló como una fuente de consulta. Sucede que además de ser legislador porteño por Juntos por el Cambio, también es empresario gastronómico, tiene una fundación, y se mueve en la calle. Con su ONG trabaja en comedores de barrios humildes y demás. Sin ir más lejos, trabajó codo a codo con los repartidores de su restaurante en plena pandemia.
En ese contexto, el fin de semana estuvo en Opinión Pública (El Nueve), hablando de la realidad económica de la Argentina. En un momento, dio un ejemplo para simplificar. Remarcó que dos sueldos básicos no alcanzan para la canasta básica y que esto te marca una realidad de lo complicado que está todo para el trabajar. En ese instante, el periodista Jairo Straccia le hizo una consulta que lo descolocó.
Le preguntó por el salario promedio en un restaurante de su propiedad. García Moritán se quedó pensando y respondió: “No sé, puede estar en el orden de los $ 70.000, más la propina debe estar en $80.000. Depende del cargo, ¿no? Estoy hablando de un sueldo con el que se empieza”.
Su respuesta generó un gran lío en las redes sociales. Mucho le criticaron el salario, remarcando que esa es la metodología del empresariado. Incluso, se puso el foco en que sumó la propina dentro del salario. Le recalcaron que eso no se suma, ya que ni siquiera suma para el aguinaldo, fue el reclamo.
Más allá de esto, ante lo que se generó, Romina Manguel, conductora del programa, corrigió a Roberto. “Nobleza obliga: Roberto García Moritán aclaró -apenas terminó el programa- que los socios lo llamaron para corregirlo. Que no es un tema que maneja él directamente y que el piso en su restaurante es de 120 mil pesos”, remarcó.