ESCÁNDALO

El drama estético que sufrió Marian Farjat: “Son unas envidiosas”

Al día siguiente de su cambio de look, fue a hacerse las pestañas, pero allí, que creía un lugar de confianza, le generaron un gran problema.

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Esta semana, Marian Farjat decidió renovar su look. Su imagen está relacionada al rubio que se le conoció cuando ingresó a la casa de Gran Hermano. Desde entonces a esta parte fue variando, más o menos intenso, pero nunca se alejó de ese color de cabello. Sin embargo, haciendo borrón y cuenta nueva, fue a su estilista de confianza que la dejó más linda que nunca.

Lo mostró a través de sus redes sociales y la aprobación fue unánime, ya que le resalta la iluminación de su rostro. Pero de acuerdo a los últimos acontecimientos, parece que no todos están contentos con su presente. De algo de esto habló en sus redes sociales y luego PRONTO se comunicó con ella para tener más precisiones. “Acá estoy, con mi estilista Aldana Ayala, que me está arreglando lo que me hicieron por envidia”.

Marian fue a hacerse las pestañas y cuando salió y llegó a su casa se dio cuenta de que le habían cortado un mechón de pelo. “El lugar se llama Clan Chic, jamás tuve un problema en los 5 años de ir ahí. Incluso ya las nombraba cuando iba a la tele, en mis redes, les llevé clientas, pero lo que me hicieron…pasaron un límite”, comenzó ante la consulta sobre lo ocurrido.

La muestra del mechón mal cortado 

“Yo ese día no vi a nadie, la primera salida fue de mi casa a ese lugar. Ya de movida noté envidia. La que me hace las pestañas no fue, sino que fue la recepcionista. Cuando llegué y les mostré mi nuevo look ya me tiró que ella me lo cortaría, que no se usa tan largo, la noté media mala onda”, agregó.

Luego de eso, porque allí está una hora más o menos, suele dormirse, como ocurrió en esta oportunidad, mientras la atendían. “Me habré dormido 20 minutos y me desperté por las risas de ellas. Les pregunté qué pasaba y me dijeron que nada. Incluso no me dejaban abrir los ojos, así que no estaba viendo de qué se reían. Se ve que ya me habían cortado y estaban limpiando para que no me diera cuenta. Esto recaliente, porque las consideraba amigas”.

“Me calenté, le mandé mensaje a la dueña, pero las defendió a ellas, que son sus amigas. Me quería mandar las imágenes de las cámaras, pero esas cámaras las conozco y se pueden editar los videos, así que no me sirve. Yo estoy segura porque fue al único lugar al que fui”, cerró Farjat.