FUERTE TESTIMONIO

Noemí Alan y el dolor en primera persona: "A los 9 años estuve a punto de clavarle un cuchillo por la espalda a mi papá"

La actriz volvió a hacer teatro de revista con una participación especial y en medio de su alegría por volver al ruedo relató lo mal que la pasó con su papá alcohólico y abusador. Su palabra.

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Su historia es de mucha lucha y sacrificio, con altos y bajos pero hay algo que nunca cambia: el cariño del público y de sus colegas. Después de largos años y una pandemia de por medio, Noemí Alan volvió a subirse a un escenario y sintió la misma pasión de siempre. Convocada por Nito Artaza, reemplazó a Gladys Florimonte el último fin de semana en la revista Cobra K, en el Teatro Premier, y sintió mucha felicidad de volver a actuar.

Lo último que había hecho en teatro fue Extinguidas, de José María Muscari, y esta vez regresó con todo a las tablas, aunque solo por el fin de semana. "Fui muy feliz y me encantó reemplazar a Gladys, que es una amiga de tantos años", reconoció la Tana en diálogo con el ciclo Detrás de escena, por AM 540.

Si bien contenta con la oportunidad, la actriz contó que le gustaría volver a trabajar con continuidad porque lo necesita, entre otras cuestiones, por un tema económico. "Hoy por hoy vivo con mi jubilación y con la ayuda de mis hijos, con quienes vivo en el mismo predio. Además, tejo al crochet y hago artesanías que vendo en una feria", relató.

"Tu historia de es mucho sacrificio, con éxito, recaídas y resurrecciones", indagó el periodista Nico Peralta y ese fue el puntapié para que Noemí contara uno de los capítulos más oscuros de su vida. "Tuve idas y venidas desde que llegué al mundo y tuve una familia muy problemática, con un padre alcohólico y abusador y con una madre súper trabajadora que limpiaba oficinas de noche cuando yo era muy chiquita y por eso me quedó el recuerdo de dormir arriba de algo duro. Ya de grande le pregunté a mamá y me contó cómo había sido todo", afirmó la Tana.

"Mamá limpiaba oficinas en lo que hoy es Puerto Madero y me llevaba una manta y una almohadita y yo dormía arriba de los escritorios. Por eso tenía un recuerdo vago, una nebulosa porque tenía 5 o 6 años", reconoció. Cuando le consultaron de quién abusaba su papá, fue categórica en la respuesta: "De toda la familia".

"¿Cuándo lo pudiste verbalizar por primera vez?", preguntó Peralta y Noemí declaró: "Cuando casi le clavo una cuchilla en las espalda a mi papá, a los 9 años y ahí mi mamá decidió irse de casa. Mi papá la tenía a mi mamá arrinconada contra una pared y le daba sin asco. Le pegaba y a mí si me pegaba una piña, con la primera mano que me ponía me dejaba abajo de la mesada porque de chiquita era muy flaca, al punto de que me llamaban Olivia o raquítica".

Daniel Gómez Rinaldi, el conductor de Detrás de escena, le comentó: "Sos una mujer muy valiente y muy querida en el ambiente, Noemí". Emocionada, ella respondió: "Eso me hace mucho bien, el cariño de la gente me salva y me mantiene viva junto al cariño de mis hijos". Y rescató a las personas del medio que se portaron bien con ella y la acompañaron. "Conmigo fueron buenos los uruguayos de Hiperhumor, Silvia Peyrou fue una buena amiga en los momentos difíciles, Luisa Albinoni y Juan Carlos Calabró y no tengo muchos más", enumeró.

En cuanto a lo económico, reveló que quien le tiró una soga fue José María Muscari. "Me dio laburo y me ayudó también económicamente. Jose fue muy muy generoso conmigo", reveló la mujer que, cuando hacía la obra Extinguidas, se tomaba un colectivo de línea para volver a Hudson, donde vive. "Esperaba por ahí una hora en la terminal de la 9 de Julio y me tomaba el rápido para irme a casa", cerró.