El sábado 7 de mayo, Aníbal Pachano (67) presentó en Buenos Aires su gran espectáculo 'Así vuelvo', una obra en la que hace un repaso de su vida personal y de los hitos de su carrera.
Mientras da por finalizado su recorrido como bailarín y le abre paso a las nuevas generaciones de artistas, habló en exclusiva con revista PRONTO y se confesó.
Fuente: (Instagram).
—¿'Así vuelvo' es tu despedida?
—Es mi despedida de mi carrera como bailarín. Voy a seguir trabajando, dirigiendo, produciendo, filmando, haciendo todo lo que tenga que hacer. Esto simplemente es una decisión de tema baile. Ya no tengo ganas de hacer este trabajo, creo que se cumplió una etapa y me parece que está bueno abrirle las puertas a la gente más joven, igual que como se me abrieron a mí. Además creo que tengo mucho para dar desde mi maestría o docencia, brindar un trabajo que sea desde ese lugar.
La despedida es una despedida en este espectáculo… 'Así vuelvo' tiene estas características… Y después volveré con otra cosa. Como bailarín ya está, no me voy a poner a bailar adelante de niños de veintipico de años que te matan y es maravilloso lo que hacen. No tiene ningún sentido, es como querer ponerme un corset para ser flaco. Eso no va, cada edad tiene una circunstancia en la vida.
—¿Te costó tomar la decisión? Retirarte del baile para darle paso a las nuevas generaciones es afrontar el paso del tiempo…
—No, porque yo estoy cada vez mejor (se ríe).
—¿Siempre te tomás las cosas con humor?
—Claro, porque la vida es positiva. La vida hay que tomarla positivamente. ¿Cuál es el sentido de que te pongas mal? Yo siempre miro para adelante y busco la forma de hacerlo, si no lo encuentro por la manera A lo busco por la B o la C. Es decir, siempre voy a estar en actividad y sintiéndome joven de adentro. Yo vivo mis mejores 30, y tengo más del doble (se ríe).
—¿Hablaste con alguien antes de tomar la decisión?
—No, yo no consulto, no. En su momento, cuando era chico, por ahí lo consultaba en terapia. Cuando tenía veintipico y tomé la decisión de cambiar de arquitectura al mundo del espectáculo tal vez lo consulté más con mi terapeuta, pero tampoco me hice un mundo. Me parecía que estaba re bueno hacer un cambio en ese momento, había trabajado mucho, estudiado mucho, tenía todos los honores, laburaba en los mejores estudios de arquitectura, hice obras maravillosas como proyectista y como documentista de obra…
Hay momentos en donde las etapas se cumplen y está bueno entender que si se cumplen hay que buscar otro camino. Y yo siempre busco otro camino, o atajos, para llegar a un objetivo. Esa es la forma en la que yo hago mi vida, eso no significa que el resto lo tenga que hacer igual. Yo miro la vida desde un lugar positivo, frente a cualquier situación… De resiliencia laboral, emocional, en enfermedades, siempre voy a mirar el vaso lleno y no el vaso vacío.
Fuente: (Instagram).
—¿Cuál fue el mejor momento que viviste y cuál el peor?
—Los mejores momentos… Generalmente son todos. Yo tengo una vida absolutamente positiva, no tengo algo de lo que me arrepienta o diga 'por qué me pasó esto'. Yo siempre fui igual, desde chiquito. Ya tal vez fue una resiliencia que mis papás me enseñaron de chiquito de manera inconsciente. Y no fue todo color de rosas, pero también es cierto que uno lo tiene que transformar. No sirve de nada quedarte pegado en las tristezas y en la angustia. Uno tiene que salir siempre adelante.
Y de cosas feas, no sé… Tal vez un poco, en realidad fue como ínfimo porque yo el cáncer lo pasé como automáticamente en el momento en el que me lo estaban diciendo… Además yo lo presentí, yo presentí que algo raro estaba pasando y que el cuerpo no estaba igual. Yo sentía algo interno que no estaba emocionalmente equilibrado. Pero fue eso, una caída de lágrimas y después automáticamente lo mandé al humor: '¡Se me explotó la cabeza! Yo qué sé qué miércoles me pasó'. Y mirarlo desde otro lugar, que creo fue lo que me sirvió tanto con el VIH como con cada enfermedad que tuve. Todos hemos tenido enfermedades producidas por virus y yo las trato de pasar lo mejor posible…
—¿Cómo está tu salud?
—Bien. Ahora estoy por hacerme los estudios nuevamente, que ya me toca la fecha. Y veremos cómo están los tumores. Supongo que estarán bien. Y si no están bien se tratarán (se ríe).
—No hay que hacerse mala sangre…
—No, y menos ahora que estoy fenómeno.
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—Hablemos de tu show, ¿de qué trata 'Así vuelvo'?
—El espectáculo es una revisión de lo más lindo que me pasó en toda la carrera, que en general ha sido todo. Son 40 años de éxito, no solamente de éxito económico si no que también porque hice todo lo que quise y desarrollé todo lo que quise hacer. Y me parece que ese es el mejor precio de la vida, que uno pueda hacer, producir, concretar un objetivo…
Es un espectáculo altamente positivo, deslumbrante… Es una puesta en escena que hoy por hoy creo que es la mejor puesta en escena que hay en un teatro argentino. No solamente por el talento de los artistas que lo componen si no porque está todo puesto ahí, en la parrilla. Desde el vestuario, que es alucinante, hasta la puesta de luces, que es divina. Yo conformo equipos de trabajo en donde hay arte y oficio, y eso es lo que lo hace diferente a cualquier proyecto. Y los artistas son uno más impresionante que el otro, hacen las voces, hay voces que son maravillosas y parece un CD. Tiene una puesta no solo sonora si no que también lumínica, estética, actoral… Es un espectáculo en donde hay mucha emoción, es emotivo, divertido. Pasa por todos los estadios y la gente se va en ovación y de pie. La repercusión de la gente es impresionante.
Además, en 'Así vuelvo' yo le doy permiso a lo que viene, porque así me pasó a mí. A mí me dieron permiso para crecer.
—Qué interesante lo que decís, porque a muchos les cuesta hacerse a un lado.
—Eso es inseguridad, y le pasa a mucha gente. A mí no me pasa porque tengo muy claro en dónde estoy, lo que hago y lo que soy. Digamos, yo no necesito hacer ningún despliegue de nada… Sé cuál es mi pensamiento, no tengo pelos en la lengua, digo lo que me parece y lo que no me parece también. He sido un tipo absolutamente frontal, y me parece que ese es mi éxito en la vida, haber hecho de forma frontal todo lo que quise hacer. Contra viento y marea y sin pisarle la cabeza a nadie, al contrario, ayudando y aprendiendo de los demás, y los demás aprendiendo de mí.
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—De todos modos, Aníbal Pachano siempre va a ser Aníbal Pachano…
—Seguro. Pero estaría bueno que cuando ya no esté digan 'mirá, este es el estilo Pachano'.
—¿Cómo definís a Aníbal?
—Como un buen tipo, creativo, sensible y buena persona.
—¿Y creés que su entorno lo percibe de esa manera?
—Creo que igual… Bueno, al final del espectáculo Sofía hace un parlamento que define cómo lo quiere a su papá…
—¿Tenés buena relación con Sofía?
—Sí. Viste que hay momentos que los chicos cuando están creciendo necesitan separarse de los padres, a mí también me pasó. Hay momento en los que hemos estado medio tironeando, pero Sofía es una hija maravillosa. Y además me quiere, y es la luz de mi vida. Es lo más importante que tengo. Por sobre todas las cosas, es lo más lindo que tengo en la vida. Además es hermosa y muy talentosa.
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ASÍ VUELVO funciones viernes y sábados 21.45 horas. Entradas a la venta por PLATEANET.