Mica Viciconte se muestra enamorada de su primer hijo, Luca, fruto de su relación con Fabián Cubero. Al tiempo de dar a luz pudo volver al trabajo y de lunes a sábados forma parte de Ariel en su salsa, el exitoso ciclo de cocina de Telefe que conduce Ariel Rodríguez Palacios.
A raíz de su gran presente personal y profesional, la también ganadora de la tercera edición de Masterchef Celebrity brindó una entrevista a fondo a Pronto, que es la tapa de la edición digital de agosto de la revista y allí reveló, entre otras cuestiones, cómo logró quedar embarazada de un varón, el primero de Cubero que ya es papá de Indiana, Allegra y Sienna.
"Estoy más sensible que nunca y voy a morir de amor cuando Luca me diga mamá", reza el título de portada de Pronto. Arrancó la charla contando cómo son sus días como mamá primeriza. "¿Sabés qué me pasa? En algunas situaciones, todavía no caigo que soy mamá. Digo: ´Ay, tengo un hijo, no lo puedo creer, ¿soy mamá?´. No sé, es raro lo que me pasa. Tenía una visión de ser madre totalmente diferente a la que estoy viviendo. Pensé que iba a estar todo el día encerrada con el bebé, que no iba a poder trabajar o que me iba a quitar mucho tiempo y todo eso me cambió desde que nació Luca", relató.
"Me pude acomodar perfectamente, trabajo, hago mi vida, entreno y soy mamá a la vez. Lo disfruto a más no poder a mi bebé y eso está buenísimo. El rol de madre es hermoso, me despierto con una criatura divina al lado y sé que me voy a morir de amor cuando me diga “mamá”. Ahora es muy chiquito, empezó a sonreír y me tiene embobada", se sinceró la mujer que saltó a la popularidad en el ciclo Combate.
-Para Fabián es el primer hijo varón.
-Estaba muy ilusionado con eso. Cuando hablamos, él me decía que quería un nene. Te voy a contar: no bien lo conocí, que ni siquiera éramos nada, le pregunté si él quería volver a ser papá. “No quiero ya pero tampoco me quiero meter en una relación que si funciona, después me digas que no querés tener hijos. Porque tengo una edad en la que no quiero estar cinco o seis años y que no funcione”, le dije. El ahí me respondió: “No estoy cerrado a no tener más hijos y si esto fluye, puede que sí”. Yo creo que habrá pensado que estaba loca: “Esta recién no me conoce y ya quiere tener un bebé”. Lo bueno es que esa puerta no estaba cerrada y teníamos que ver si funcionaba o no la relación. A los cuatro años y pico, armé una cena para preguntárselo ya más formalmente.
-¿Perdón? Entonces, algo romántica sos.
-Reservé un restaurante porque creo que estas cosas tienen que estar consensuadas con la pareja. Lo bueno es hablarlo y si los dos queríamos, empezábamos a buscarlo. Pero esa noche no fue como tanto la deseé porque estábamos comiendo, copita de vino en mano, y yo le dije: “Bueno, me parece que en cualquier momento podríamos empezar a buscar un hijo”. A Fabi le quedó la comida en la garganta y me la quiso estirar: “Bueno, sí, veamos para qué mes a futuro”. Como estábamos en plena pandemia, él prefería esperar. Estábamos en enero de 2021 y me tiró como fecha diciembre para empezar a buscarlo. “No, es mucho, busquemos un intermedio”, le negocié.
-¿Y él accedió?
-Sí. Quedamos en empezar a buscar a los tres meses, de a poquito y fui a hacerme estudios para ver si estaba todo bien. Con lo del COVID y las vacunas, el médico me recomendó tener dada la segunda dosis y eso ya me estiraba el plazo. Todo se postergó pero no me preocupé y lo tomé como que tenía que ser así. Pasó un tiempito y nos pusimos a buscar. Pero un estudio no me dio del todo bien y el médico me dijo que podía llegar a costarnos quedar embarazados. Tardé dos días en contárselo a Fabi porque no lo quería preocupar y me entregué a que fuera lo que Dios quisiera. “Si se tiene que dar se dará y sino veremos”, pensé. Entonces, saqué un pasaje a un lugar que me encanta.
-¿Adónde?
-A las Cataratas del Iguazú. Todo lo que es verde y naturaleza me encanta y le pregunté a Fabi si tenía algo que hacer ese fin de semana. “No, nada”, me respondió y ahí le dije que se lo reservara para un viajecito. “Nos vamos a las cataratas”, le dije y no sabía si él era amante del lugar pero yo sí. Y nos fuimos. Viajamos, esa primera noche fuimos a comer, tomamos un vinito y llegó Luca.
-¿Lo concibieron en las cataratas?
-Sí, así como te lo cuento. Empezamos a buscar ahí y esa fecha quedé embarazada. Antes de viajar, le pregunté al obstetra qué día me convenía y me explicó que un día sí, el otro descanso, el otro sí, el otro descanso. “¿Existe una estadística para que sea varón y qué día tendría que ser?”, le pregunté al doctor y esto es creer o reventar. Me dijo: “Nene es tal y tal día”. Te lo juro. En cataratas pasó ese día, volvimos a Buenos Aires y ya sentía que estaba embarazada. No me quise ilusionar pero intuía que estaba todo bien. No me vino el día que me tocaba y el obstetra me dijo: “Bueno, tranquila, esperemos unos días más”. ¡Yo tachando los días para ver cuándo me tocaba el test de embarazo!
La entrevista completa con Mica Viciconte, que es la tapa de la edición digital de agosto de revista Pronto, se puede descargar y leer de manera gratuita haciendo click en este link