Julieta Ortega (51), que está haciendo temporada de teatro en Mar del Plata, habló con revista PRONTO y reveló cómo se sintió grabando una escena fuerte en El fin del amor, la serie que protagoniza Lali Espósito y en la que tiene intimidad con el personaje que encarna Vera Spinetta.
—Vi una de tus escenas en El fin del amor. Muy fuerte… De hecho, me costó mucho encontrarla por fuera de la serie.
—Sí, fuerte.
—¿Y sos abierta en el amor? Tu personaje en la serie se acuesta con una chica, con el personaje que hace Vera Spinetta.
—Nunca me pasó, y quiero pensar que sí, que estoy abierta a eso. Te diría que no tendría ningún inconveniente. Pero bueno, tendría que pasarme para ver cómo lo llevo adelante.
—¿Nunca te enamoraste de una mujer?
—No.
—¿Te costó hacer la escena?
—No me costó porque ese capítulo lo dirigió una muy amiga mía, que fue la que me llamó para hacerlo. Me dijo ‘mirá, hay esto, me parece que vos lo podrías hacer’. Y yo, las escenas más fuertes que hice en mi vida tanto en el cine como en televisión las hice cuando del otro lado había alguien que yo confiaba mucho, hablo de dirección. En El fin del amor estaba dirigiendo mi amiga Constanza Novich, otra en Verano maldito, que estaba mi hermano Luis dirigiendo la película.
—¿No te dio pudor?
—No, a mí me daría más pudor un desconocido. Confío en mi hermano como director de cine, porque es un poeta con la cámara. Ante esa gente que yo sé que va a ser algo bien, yo me saco la ropa sin ningún problema, porque entiendo que todo es más allá de eso. Como que se está contando algo con eso, con ese desnudo, con esa escena de sexo. Entonces ahí no pregunto nada, no me pongo difícil, no preguntó nada, ni hasta dónde se me va a ver, nada. Y me olvido realmente que lo va a ver un montón de gente.
—¿Y la tercera escena?
—La tercera escena fuerte que hice la hice en Un gallo para Esculapio, que la hice con un director con el que yo siempre había querido trabajar. Y entonces también me pasó eso, dije como ‘bueno, yo a este tipo le entrego lo que sea’. Quiero decir lo que me pida se lo voy a dar, no voy a preguntar demasiado, confío que va a estar bien. Y ninguna de las tres escenas, viéndolas ahora, me resultaron fuertes. Sí lao de El fin del amor me acuerdo bien, me dio un poco de pudor y pensé ‘ay Dios mío’. La pasé rápido y listo. La vi como en orden la serie, no sabía ni en qué capítulo estaba. Pero la vi con mucho entusiasmo, me encantó. En esta serie hubo tres directores, mi amiga Constanza Novich, Daniel Barone que yo trabajé en Verdad Consecuencia, y una directora mexicana que no conocía, pero bueno, justo mi capítulo la dirigió a mi amiga. Fue una serie que me gustó ver más allá de mi escena, la vi entusiasmada. Y cuando llegó mi escena bueno, la pasé (se ríe).
—¿Pensás en lo que puede pensar tu hijo si la ve?
—No lo vio y no sé si la vera. No sé si alguna vez mi hijo vio alguna escena mía fuerte, creo que no. Igual no es algo en lo que piense, me daría vergüenza otras cosas que mi hijo vea o sepa. Creo que eso no.
—Por ejemplo.
—No sé… Pero no eso. Nada que tenga que ver con mi trabajo de actriz me da vergüenza.
Por Juliana Simiele
La entrevista completa con Julieta Ortega está en la edición digital de febrero de revista Pronto, se puede descargar y leer de manera gratuita haciendo click en este link.