En los últimos días, Gladys Florimonte fue noticia por su fuerte opinión sobre la realidad actual de la Argentina y ahora la actriz volvió a llamar la atención pública pero por sus particulares declaraciones sobre el vínculo que tiene con su perrita. En diálogo con el periodista Nico Peralta, la humorista contó: "Estoy en un momento de mi vida muy lindo. Me junto mucho con mis amigos, mis seres queridos y las personas que amo. Tengo una vida también más allá de mi trabajo".
Y agregó: "Ahora tal vez estoy demasiado abocada a mi laburo y todo lo que me llega, lo hago. No discrimino ni clasifico nada; todo vale en este momento que estamos atravesando a nivel país. Todo me sirve y suma. Me encantan los autos y los viajes pero muchas veces no me tomo vacaciones porque priorizo laburar. Voy a parar en el momento que tenga que parar".
-¿Por qué trabajás tanto? ¿Para ahorrar para el día que te retires?
-¿Qué? ¿Retirarme? ¡Jamás! Voy a seguir laburando siempre. No pienso retirarme; eso es para los jubilados o los que no quieren trabajar más. Yo ni en pedo. Tengo una casa y un departamento para mantener porque lo primero que me inculcaron fue comprar ladrillos. Hoy trabajo para mantener lo que tengo: el auto, la casa y si no salgo a laburar, ¿quién me lo mantiene a mí? Y tengo a mi perrita, Marta, que es como una nena de seis años. La mantengo de primera.
-¿Vive con vos?
-No, está en Carlos Paz. Es una bulldog francés y para mí es como una persona. Está al cuidado de una señora. Le pago el veterinario, la comida, sus necesidades. Hace poco tuvo cataratas y la mandé al mejor oftalmólogo de perros de Córdoba. No quería que tuviera esas cataratas y la curaron. La llevaba la señora todas las semanas y le daba sus remedios todos los días.
-¿O sea que la ves cuando viajás?
-Sí. Voy seguido. Y Marta tiene una amiguita, que es de la señora que me la cuida. El otro día se enfermó la amiguita y le di diez mil pesos para que la lleve al veterinario. La ayudo con lo que puedo también a la otra perrita.
-¿Depositás tu lado maternal con la perra?
-Sí. En realidad, a mi perra la humanicé y para mí es como una persona. No la puedo traer a Buenos Aires porque si viene, se muere. En plena pandemia la llevé a Carlos Paz y se sintió tan feliz en la naturaleza, que no quiso volver. Es más, llora cuando la subo al auto porque siente que la traigo a la ciudad. Me duele en el alma que no se quiera venir conmigo pero la respeto. ¡No sabés lo que lloro cuando me vuelvo sola a Capital! La quiero tener conmigo pero priorizo su necesidad y no la mía.