El 1 de febrero se celebra el nuevo año según el calendario chino: se calcula que son alrededor de 1500 millones de personas en el mundo las que así lo hacen. Como muchos saben, debido a la difusión que se le da en nuestro país y la gran colectividad china que hay en Argentina, termina el año del Buey de Metal y comienza el año del Tigre de Agua. Se trata de un ciclo diferente al del calendario gregoriano occidental, ya que es un calendario lunar y se toma como referencia el máximo esplendor de la primavera.
¿Cuáles son las claves de este nuevo año? La novedad, la espontaneidad, los cambios imprevistos. Se trata de un excelente año para encontrar aquel camino que venimos buscando en nuestra vida ya sea laboral, profesional, en nuestra pareja... El Tigre exige que demos lo mejor de nosotros mismos, y sumado al elemento Agua nos habla de la perseverancia, la fluidez, de tomar decisiones meditadas y con la cabeza fría. El Tigre tiene ética, lucidez, poder, entusiasmo. Puede decidir cuál es la prioridad, definir objetivos, establecer rumbos. También el Tigre sabe retirarse de donde no le conviene: Será un año muy propicio para deshacerse de todo aquello que es dañino, tóxico y perjudicial a todo nivel.
¿Quieres conocer algunas costumbres del Año Nuevo Chino que puedes recrear en casa? Aquí van.
Para muchas culturas de Oriente, los días previos a esta celebración son de limpieza. Llegan incluso a sacar de la casa todas sus pertenencias y luego de una limpieza profunda, deciden qué vuelven a entrar. Todo lo viejo, roto, que trae malos recuerdos o causa incomodidades es conveniente que sea eliminado de la casa, como manera de que al liberarse esas energías nocivas, pueda entrar más fácilmente al hogar el Chi favorable.
La medianoche de Año Nuevo, se lanzan fuegos artificiales, como forma de " ahuyentar a los fantasmas", haciendo referencia con este concepto a algo similar a las energías negativas residuales, espirituales, las desgracias ocurridas en el año que pasó, las carencias o problemas de salud.
Esa noche, es habitual que se reúnan las familias a comer juntas, deseándose unos a otros prosperidad y longevidad. Los mayores a menudo entregan a los chicos o jóvenes sobres rojos con algo de dinero como forma de llamar a la suerte.