A pesar de que desde hace años sus fanáticos impulsaron el movimiento #FreeBritney (liberen a Britney) debido a la custodia legal que tiene su padre sobre ella, este miércoles Britney Spears habló por primera vez sobre el infierno que vive desde hace 13 años.
En una audiencia judicial, la Princesa del Pop expuso durante veinte minutos un relato angustiante en el que le imploró a la jueza Brenda Penny que le ponga fin a la tutela de su papá, Jamie Spears.
"Me gustaría poder compartir mi historia con el mundo. Quiero ser escuchada. Tengo derecho a usar mi voz. He trabajado desde que tenía 17 años. Ahora no puedo ir a ningún lado a menos que me encuentre con alguien cada semana en una oficina. Realmente creo que esta tutela es abusiva", aseguró la cantante.
Cuando en 2008 Britney tuvo un colapso nervioso y le sacaron la custodia de sus hijos, su padre asumió como su tutor legal y desde ese momento no pudo tomar ninguna decisión laboral ni personal por si misma. Ahora, pide recuperar el control de su vida.
"Quiero poder casarme y tener un bebé. Me dijeron que no podía. Tengo un DIU, pero no me dejan ir al médico para quitarlo porque no quieren que tenga más hijos. Esta tutela me está haciendo mucho más daño que bien. Me siento intimidada, excluida y sola. Estoy cansada de sentirme sola. Merezco tener los mismos derechos", expresó la artista de 39 años.
En otro pasaje de su declaración, sostuvo que durante un largo tiempo fue medicada con litio contra su voluntad: "Es una droga fuerte. Me sentí borracha, ni siquiera podía tener una conversación con mi mamá o mi papá sobre nada. Me tenían con seis enfermeras diferentes".
"En California, lo único similar a esto se llama tráfico sexual, hacer que cualquiera trabaje en contra de su voluntad, quitándole todas sus posesiones, la tarjeta de crédito, efectivo, teléfono, pasaporte. Le dije al mundo que estoy feliz y que estoy bien, pero es una mentira. Estoy traumatizada. No estoy feliz, no puedo dormir. Solo quiero que me devuelvan mi vida", aseguró.