A un año y medio del inicio de la pandemia, la información que circula sobre el COVID es mucho mayor y precisa de la que había disponible en 2020. Esto sumado a la posibilidad de vacunarse hizo que mucha gente sintiera que podía respirar un poco más tranquila, como es el caso de Cinthia Fernández.
La panelista de LAM admitió que en la primera etapa de la cuarentena la pasó realmente mal y que se cuidaba tanto que estaba al borde de la obsesión. "Una de mis hijas tiene problemas respiratorios y pensaba: 'si se contagia y la tienen que internar, ¿qué hago? Me muero. Me daba pánico. Yo tuve que seguir trabajando y cada vez que llegaba a mi casa me iba a bañar y me quedaba horas", reveló.
"Me acuerdo que cuando empezaron a ir alternado al colegio, las retiraba antes por miedo. Y eso que siempre fui defensora de la presencialidad", agregó.
Ángel de Brito le preguntó cómo hizo para superar esa sensación de terror y Cinthia no dudó: "Porque con el tiempo entendí que hay que seguir viviendo. Hay que cuidarse sí, pero sin obsesionarse".