No le sucede a todos, pero para algunos darse una ducha significa que durante 15 minutos o a veces hasta 2 horas después, les picará la piel de todo el cuerpo. Se le llama " prurito acuagénico" que no es más ni menos que picazón producida por el agua.
El prurito en general es una respuesta que da el cuerpo a los diferentes tipos de irritantes que permanecen presentes en la superficie de su piel. Similar al dolor, el picor actúa como una señal de advertencia o induce al cuerpo humano a eliminar cualquier irritante antes de que le cause algún daño. Sin embargo, durante algunos casos especiales, esa picazón en el cuerpo se desencadena por sustancias que no son realmente dañinas.
No se conoce la causa de este problema, aunque es bastante frecuente y tiene un componente hereditario, ya que pueden sufrirlo varios hermanos o miembros de una misma familia. La picazón puede ser muy intensa pero no afecta la cabeza, ni la cara; y la piel no presenta lesiones, ni ronchas ni enrojecimiento, salvo si nos rascamos.
¿Cuáles son las soluciones?
Primero, hay que descartar que no haya ninguna condición médica subyacente que esté causando la picazón, como la policitemia vera, que presenta este síntoma entre otros. En caso de que no haya una explicación hay tres recomendaciones básicas.
- Darse baños cortos con agua tibia. No se recomienda el agua muy caliente, ni los baños de inmersión, ni refregar la piel con esponjas abrasivas. El agua muy caliente y el refregado atraen la sangre hacia la piel y causan una mayor respuesta inflamatoria.
- Utilizar productos de ph ácido ( 5, 5 ) para el baño, geles sin perfume, jabón para bebés o jabones con avena que tienen efecto calmante. No se recomienda el jabón de lavar ropa ( blanco) ni los de glicerina.
- Secarse con toques de la toalla sin refregar, con secador de pelo en los pliegues de la piel.
- Utilizar una crema hidratante y sin perfume inmediatamente después de bañarse.