NUTRICIÓN INTELIGENTE

5 beneficios de la vitamina C que no conocías

¿Sabías que puedes tomar grandes cantidades de esta super vitamina sin que sea tóxica? Se ha comprobado científicamente que puede combatir el cáncer y prevenir su aparición. También es vital para los tejidos y muchos órganos, entre ellos el cerebro. Por qué se recomienda en afecciones crónicas.

Escrito en SALUD el

El ser humano y otras pocas especies de animales  no pueden sintetizar la vitamina C por sí mismos: la mayoría de los habitantes del planeta, animales y vegetales, obtiene este nutriente vital sin depender del alimento.  Así es que nos encontramos con la necesidad de consumirla y puede ser bastante fácil si accedemos a vegetales frescos, porque es abundante. La única contra es que en contacto con el oxígeno y la luz se degrada con facilidad y lo mismo ocurre con el calor de la cocción. 

Podría interesarte

Las altas temperaturas de cocción a fuego o los tiempos de cocción prolongados pueden descomponer la vitamina. Debido a que es soluble en agua, la vitamina también puede filtrarse en el líquido de cocción y perderse si los líquidos no se comen. Los métodos de calentamiento rápido o el uso de la menor cantidad de agua posible al cocinar, como freír o escaldar, pueden preservar la vitamina.

Los alimentos en punto máximo de madurez consumidos crudos contienen la mayor cantidad de vitamina C.

Los alimentos más ricos en vitamina C no son los cítricos, aunque si los más accesibles, desde el limón a las mandarinas y pomelos, pasando por las naranjas.  Otras fuentes muy recomendables de vitamina C son el perejil, el morrón, coliflor, repollo, tomates, kale, melón amarillo, kiwi, entre otras. Para dosis realmente altas, sin embargo, es necesario recurrir a vitamina C en suplementos. 

Estos son 5 importantísimos beneficios que tiene la vitamina C en el organismo, más allá del deber: es decir, más arriba de las dosis mínimas recomendadas:  Para los adultos, la cantidad diaria recomendada de vitamina C es de 65 a 90 miligramos (mg) al día, y el límite superior propuesto por consenso es de 2000 mg al día, aunque se sabe que, como se trata de una vitamina soluble en agua, lo que no es absorbido rápido se elimina por la orina y las heces.

 

Un artículo publicado por la Universidad de Harvard anuncia sobre esta vitamina:

La vitamina C mejora la absorción de hierro no hemo, el tipo de hierro que se encuentra en los alimentos vegetales como las verduras de hoja verde. Beber un vaso pequeño de jugo de fruta 100% o incluir un alimento rico en vitamina C con las comidas puede ayudar a aumentar la absorción de hierro.

 

1. Cerebro a full.

El cerebro acapara mucha de la vitamina C que hay en el organismo, tiene una concentración 100 veces mayor a la de la sangre. No solo por su función antioxidante, que protege del daño que causan los procesos de oxidación permanentes debidos a la misma actividad. La mielina que cubre los axones neuronales necesita de la vitamina C para mantenerse integra. También, al regular neurohormonas y neurotransmisores , la vitamina C  interviene en el estado de ánimo, la memoria, la concentración, la serenidad... Incluso altos niveles de vitamina C previenen el Alzheimer.  Por otra parte, la vitamina C mejora la formación de nuevos vasos sanguíneos, para garantizar que el alimento necesario llegue en tiempo y forma. 

2. Piel joven

Esta vitamina es imprescindible para la formación del colágeno, la argamasa que une las células de nuestra piel y otros tejidos. Sin vitamina C suficiente, nuestros tejidos se vuelven más frágiles y vulnerables. Esta acción es particularmente importante en enfermedades como la artritis, la psoriasis, el lupus. 

3.Potente antiinflamatorio

Todas las enfermedades que generan una reacción inflamatoria a veces letal pueden ser combatidas con dosis altas de vitamina C. El Covid19, las quemaduras graves, la pancreatitis aguda, por ejemplo. En el día a día, la incorporación de vitamina C disminuye la inflamación producida por el estilo de vida o enfermedades crónicas: es recomendada a fumadores, hipertensos, diabéticos, personas expuestas a altos niveles de estrés, entre otros.

4. En el cáncer

La vitamina C tiene un papel complementario - no excluyente de otras sustancias - en el tratamiento del cáncer, porque como las células cancerosas la atrapan como todo nutriente codiciado, alcanzando concentraciones muy altas, si se usan megadosis la vitamina C se convierte en pro-oxidante para el tumor, lo que acelera la muerte celular. En otras palabras, la Vitamina C en altas dosis resulta tóxica para las células del cáncer pero inocua para las células normales. Se ha probado en cáncer de páncreas, mesotelioma y leucemia.

5. Protectora cardiovascular

Se ha mencionado a la vitamina C como protectora de los vasos sanguíneos, ya que previene la fragilidad capilar, pero también porque al ser antiinflamatoria disminuye la formación de las lesiones que se pueden formar en las paredes de las arterias, donde luego se asientan las placas de ateroma. Conviene a personas con colesterol alto, diabetes, y enfermedades cardiovasculares.

Una aclaración: quienes tengan tendencia a formar cálculos renales no deben consumir vitamina C en altas dosis por tiempo prolongado debido a que esto puede causar que se acumulen oxalatos en los riñones, y esto derive en cálculos renales. Las personas que tienen enfermedades intestinales no deben consumir más de 1000 mg diarios.