BIENVENIDOS A BORD

La conmovedora historia de Juan Nimo, piloto de automovilismo parapléjico, que bailó con Mariana Brey

"Uno está enfocado en buscar cosas nuevas con la discapacidad y tratar de llevar otra visión", manifestó el deportista.

Por
Escrito en TELEVISIÓN el

Bienvenidos a bordo dio a conocer la emocionante historia de Juan Nimo, piloto de automovilismo parapléjico. El deportista bailó con Mariana Brey y fue invitado al estudio de Los ángeles de la mañana para que pueda contar cómo llegó la propuesta de estar en el programa de Guido y su historia de vida.

“Yo lo conozco al Gato por Pablo (su esposo), porque es piloto de automovilismo. ¿Pero cómo lo sentiste vos?”, preguntó la angelita. 

“La verdad que muy bien, para mí fue un placer acompañarte. Pero uno está enfocado en buscar cosas nuevas con la discapacidad y tratar de llevar otra visión, más enfocado en lo que tiene que ver con la acrobacia y deportes extremos. Hace unos años atrás, Mónica Centeno Rascovich, que es una bailarina, me invitó a participar de un certamen de baile y así gané con ella una medalla de oro en un Interamericano. Pero después, le propuse hacer danza aérea y agregarle acrobacia, y eso pegó un poco más y pudimos abrir la escuela de danza ‘Danzability’ y estuvimos viajando por distintos países”, comenzó su experiencia Nimo.

Con respecto a su historia, Juan contó el accidente que le cambió la vida: “Yo tenía 4 años cuando empecé, como en cualquier actividad. Me focalicé en salir campeón, como en cualquier vida de un deportista, pero con varios campeonatos encima, una caída que tuve a los 18 años tuve una lesión y una rotura de varias vértebras, que me provocó una discapacidad. Y ahí fue mi insistencia en llegar al autmovilismo y convertirme en el primer piloto discapacitado. No fue sencillo y llevó muchos años, pero ahora formo parte de la ACTC”.

"A quien más le costó asumir la situación fue a mi padre, quien no podía aceptar que mi carrera en motociclismo había terminado por la discapacidad. Mi padre ya falleció y no llegó a verme, pero creo que se trató de acompañarlo en esa insistencia por llegar al automovilismo”, agregó.

“En 2013, uní Neuquén con el Obelisco, 1201 kilómetros, lo hicimos en 16 días, con dos días de descanso, un día completo en Bahía Blanca y otro en Azul, justamente con la idea de marcar esto que tiene que ver con el alto rendimiento y focalizarse en cumplir un desafío”, concluyó.