El año pasado fue un año bastante difícil para Silvina Escudero. A todas las complicaciones que trajo la pandemia, se le sumó un cambio personal que la afectó muchísimo: su hermana Vanina, cuñado y sobrinos se fueron a vivir al Uruguay.
Para colmo, el último tiempo previo a la mudanza, estuvieron parando en su casa lo que hizo que la partida doliera mucho más. Encima, las restricciones de la pandemia le impidieron viajar durante los primeros 12 meses, algo que a Silvina le pareció eterno.
Pero ahora, Silvina tuvo su revancha porque viajó el fin de semana al Uruguay y conoció por fin la casa en la que estaba viviendo su familia. Feliz y emocionada, compartió cada minuto en sus redes con toda la gente que le brindó su apoyo en las épocas de 'extrañitis'. "Es un lugar hermoso. Fui a buscar a mis sobris al cole. Conocí a mi sobrina Uruguaya, Frida (no llegamos a entrar tanto en confianza). Acompañé a Beni a jugar al fútbol, jugué con él (me paseó por toda la cancha)".
Y detalló: "Fui con Puchi a su clase de tela; tiene el arte en la sangre... Fui a conocer San José (el pueblo de donde es mi cuñado) y lo escuchamos cantar. Fuimos a la playa, a la plaza, hicimos noche de pelis, comimos helado, los agote de besos y abrazos. Cantamos. Sacamos fotos. Jugamos, jugamos, jugamos. Los llevé bien tempranito al cole. En fin, exprimimos el fin de semana. Ahora a seguir extrañándolos hasta la próxima visita".
Recordemos que en septiembre, Vanina Escudero había planeado una gran sorpresa para su hermana. El día de su cumpleaños, apareció en su puerta con Benicio y Joaquina para que pudieran festejar juntos. Sin embargo, el destino les jugó una mala pasada. La mayor de las Escudero tuvo un problema de salud por el que tuvieron que operarla de urgencia y permaneció casi toda su estadía, internada. Pero todo eso quedó atrás y esta vez, pudieron disfrutar a lo grande.