El jueves fue un día clave para toda la familia de Marcelo Tinelli ya que ese día, Soledad Aquino (su ex mujer y madre de sus hijas mayores) se sometió a un trasplante hepático. Los nervios, la angustia y la incertidumbre estuvieron a flor de piel todo el día y por la noche, a la hora de hacer el programa, se lo dedicó a Micaela y Candelaria.
Pero para el conductor, eso no fue suficiente y sintió la necesidad de contarle a la gente que lo sigue, lo mucho que admira a sus hijos, por su fuerza, valor y empuje. Así lo dejó en claro en su cuenta de Twitter al escribir: "Admiro profundamente a mis hijos. Me enseñan permanentemente. Admiro hoy su presencia silenciosa y activa al lado de su madre Sole, que la está luchando. Gracias a todos por tantos mensajes de amor. Los amo. Y las amo".
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Si bien hace ya muchos años que Marcelo y Soledad se separaron, con el tiempo supieron construir una relación donde prima el cariño y el respeto mutuo. Y en el último tiempo, cuando ella tuvo problemas de salud que derivaron en una internación y ahora en el trasplante, él se mantuvo cerca, colaborando en todo lo que le fue posible, algo que su ex no sólo valora sino que además, le agradece.