Marcelo Tinelli está guardando las mejores experiencias con Lolo, su hijo menor. Y esto sucede porque el conductor entiende que las vivencias son el mejor recuerdo que un padre puede regalarle a un hijo. Esta vez, eligió viajar con el más pequeño, y gracias a que la Selección Argentina fue avanzando, su estadía en la ciudad Doha se extendió más de cinco semanas.
Lorenzo Tinelli, hijo de Guillermina Valdés y Marcelo Tinelli, ya tiene 8 años y está más que contento de acompañar a su papá en esta travesía que los está uniendo cada vez más. Pero no están solos, también se sumó El Tirri, primo de Marcelo, que lo ayuda en el cuidado de Lolo mientras están en Doha. Además de otros amigos como sus productores Fede Hoppe y el Chato Prada, Lautaro Mauro y Santi Braverman.
Claro está, que Lolo es un niño y necesita jugar, y conociendo el perfil de Marcelo, a él tampoco le faltaron ganas de sumarse. Fue así que visitaron un parque de juegos conocido como "Angry Birds".
Primero intentaron tirar unos vasos lanzando unas pelotas, y Marcelo, explicó: "No pudimos".
Después se sentaron a jugar a unos videojuegos, en el que hay que atrapar unos peces que nadan en el mar, y fue así que Tinelli comentó el juego: "Me pasó el trapo". Tal como dice la clásica frase: "El hijo supera al padre".
Y no contentos con eso se subieron a manejar una moto, de juguete, en la que Lolo no corría riesgo.
Así es como el conductor no se resistió y se subió él. "El niño sigue dentro y fuera mío", se justificó.
Cansados de tantos juegos, y para cerrar el día, Marcelo lo dejó solo a Lolo en unas camas elásticas gigantes para que descargara energías.
Para estar a tono con el clima festivo del Mundial, y a la espera del partido del domingo entre Argentina y Francia, el conductor le consiguió la remera con la famosa frase de Messi: "¿Que mirás bobo? ¡Andá pallá!".