INESPERADO

¿Problemas conyugales? El alcohol empezó a ser un problema entre el Bicho Gómez y su pareja, Verónica Pecollo

El actor, padre de Renata junto a la coreógrafa, aceptó que la mamá de su hija tome, pero a la vez se lo recriminó.

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Ciertas cosas no se negocian.  El espectro es amplio, infinito diríamos. Podrían ser desde la siesta hasta el asado del domingo. El fútbol con los amigos, las clases de zumba o el make up por la mañana. Cada uno, hombres y mujeres, tienen sus propias preferencias. Y parece que el Bicho Gómez se resiste a aceptar que su mujer no lo espere para disfrutar de un momento único y especial como ese en el que se destapa una botella de vino. Algo evidentemente sagrado para el humorista.

Placeres que se viven por anticipado. Nada como llegar a casa, preparar una picada y degustar en compañía una copa de malbec, chardonnay o cabernet suavignon. Obviamente, para aquellos que, por supuesto, son del “palo”, se trata de un combo equilibrado y armonioso. Que sin ninguna duda suele complementarse muy bien con el calor del hogar y el pan sobre la mesa. El cómico se llevó una amarga sorpresa cuando regresó a su domicilio.

Halló sobre la mesada una prueba contundente de lo que, a juzgar por su reacción, consideró una agria traición por parte de la madre de su hija Renata, que llamativamente viene rechazándole propuestas de casamiento de manera frecuente.  “Llego a casa y me encuentro esto. ¿Qué pasó Vero Pecollo?”, le preguntó el creador del  Payaso Mala Onda. Y más tarde se resignó admitiendo que su pareja, posiblemente angustiada, “atenuó la cruel realidad” refugiándose en el alcohol. No conforme con eso, el Bicho se vengó mostrando en instagram, la vía en la que había difundido su “enojo”, una imagen de dos botellas de cerveza. Y chicaneó a la coreógrafa, a quien conoció en Showmatch: “Vero, compré esto porque creí que la íbamos a atenuar juntos”. Escenas, sí, de la vida conyugal. Pero con picardía.