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El lado B del Chiqui Abecasis: "Soy instructor del yoga de la risa y trabajo con pacientes oncológicos"

El actor y humorista pondera más que nunca el valor de la risa y reveló a Pronto el trabajo ad honorem que hace en el Fleming con pacientes que transitan el cáncer para ayudarlos a reír con un novedoso método.

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Después de una temporada diferente, en la que volvió a hacer teatro en Carlos Paz con la comedia Cenamos en la cama, en el Teatro Candilejas, el Chiqui Abecasis se dispone a enfrentar el año con optimismo y con ganas de seguir actuando. En diálogo con Pronto, el humorista y comediante ponderó el valor de la risa y reveló su lado B, desconocido por todos: trabaja con pacientes oncológicos para ayudarlos a sanarse a través de la risa.

-¿Cómo es hacer reír en este momento tan especial del mundo?

-Muy gratificante y acá la gente se ríe mucho. Siempre comparo la risa con el hambre. Si tenés mucho hambre, un pedazo de pan es un manjar y cuando tenés ganas de reírte, cualquier estímulo te viene bien. La gente tiene que aprender a reírse aunque no tenga estímulo. Por eso existe la terapia del yoga de la risa, donde soy instructor y allí trabajamos la risa como ejercicio. Lo he hecho más que nada con pacientes oncológicos, trabajando en el Fleming de Buenos Aires. Lo hago ad honorem y con la pandemia se fue cortando pero ahora voy a retomar con talleres cada 15 días. Es muy bueno porque a los pacientes oncológicos les levanta las defensas. La risa tiene un gran poder sanador y produce las hormonas de la alegría, que te sube las defensas y te baja el cortisol.

-Qué interesante lo que contás.

-La risa es fundamental y el tema es que cuando no hay estímulo, la gente no se ríe. Ahí empieza el yoga de la risa, que te lleva a reírte de nada. Nosotros le enseñamos a la gente a partir de la risa fingida para llegar a la risa real. Se llama yoga de la risa porque trabajamos el manejo de la respiración. También se hace meditación con risa y es extraordinario.

-¿Te reconocen los pacientes cuando vas?

-Sí, sí. La gente me reconoce pero cuando me presento con ellos, se sientan como si fuera un auditorio y esperan que los haga reír. En este punto está muy ligado Patch Adams y los payamédicos pero esto no tiene nada que ver con los payamédicos: nosotros no vamos a hacer reír a la gente sino a enseñarles a reírse sin razón. A tomar la risa como un ejercicio diario y consciente. Tomamos la risa de manera consciente: me voy a reír y punto.

-¿Llegaste a ayudar a pacientes oncológicos a partir de la muerte de tu señora, Claudia?

-No, ¿sabés que no? Empecé con esto porque me di cuenta de que no me estaba riendo y mi reikista me comentó que existía un taller, me propusieron entrenarme y me encantó la posibilidad. Lo del yoga de la risa con los oncológicos nació con la gente de FUCA, que trabaja en el Fleming, porque me habían visto haciendo unos talleres de risa con taxistas en el Rosedal, en sus horarios de descanso. Les daba técnicas para descontracturarlos y que no manejaran estresados. Pasó una persona de FUCA, me vio, me preguntó, le expliqué y ahí llegué al Fleming. Esto fue hace cuatro años.

-¿Pudiste trabajar durante la pandemia?

-No, estuve estático y tranquilo. Me relajé y como tenía algunos ahorros, los usé para sobrevivir. Esperé, luego hice radio en Radio Nacional en Rosario, me fui moviendo, salía por zoom desde mi casa en La peña de Morfi por Telefe. El otro día alguien me preguntó qué tenía para el invierno y le respondí: “Dos pullovers, una campera y medias para el frío”.

-¿No cerraste nada?

-No aún. Siempre algo surge. No voy a seguir en la Peña de morfi porque va a haber una reestructuración y van a cambiar el humor. Es un ciclo cumplido, fueron seis años y estuvo buenísimo hacerlo. Si me llaman obviamente volveré pero por el momento creo que no va a ser así. No me genera ansiedad el tema porque mi carrera es inestable y estoy acostumbrado. Los actores somos muy de la autogestión y siempre aunque sea para el puchero sacamos.

-¿Qué te gustaría hacer?

-Tengo ganas de probarme más como actor. Me gustaría que el medio deje de encasillar a la gente y para muchos productores yo soy simplemente un tipo que cuenta chistes. Pero no: soy un actor devenido en cuenta chistes. Tengo muchas ganas de actuar, volver a hacer ficción, participar en series, actuar en plataformas y laburar desde lo actoral con algo que vaya más allá de la comedia. Amaría volver a hacer cine y los productores o las castineras no te tienen en la mira porque desconocen tu formación y te encasillan.

Por Nico Peralta

Fotos: Luis Varela

La entrevista completa con el Chiqui Abecasis Carrizo está en la edición digital de Pronto del mes de marzo y se puede descargar y leer de manera gratuita haciendo click en este enlace