Facundo Arana no suele meterse en conflictos. No está en su esencia. Sin ir más lejos, en sus redes sociales suelen verse fotos familiares, de sus trabajos, y no mucho más. Sin embargo, hay cosas que lo sacan de su eje y cuando eso sucede no duda en poner el grito en el cielo. Da ese paso necesario para sacarse la bronca.
El actor estuvo en Polino auténtico, el programa radial que conduce Marcelo Polino por Radio Mitre. En un momento, Mariana Brey le preguntó qué es lo que lo saca de quicio. “Me saca de quicio que me estafen”, contestó Facundo. Una frase letal que dejó a todos sorprendidos, porque hasta acá no se sabía de lo que le había pasado.
Ante esto, intrigados, le pidieron que profundice. “He sido estafado en mi buena ley pero gracias a Dios, de todo me recupero. Me invitaron a participar en un proyecto, vinieron, se sentaron y me dijeron cosas lindas, que estaba buenísimo y después era una empresa fantasma”, dijo y agregó: “Sí puse plata, pero el dinero es lo de menos, el tema es el tiempo, la energía…”.
En ese instante se metió Polino, que quiso saber de qué se trataba el proyecto. Ante esto, decidió abrir su corazón pese al mal trago que le hicieron pasar: “Había puesto un bar, pero fue tan poco importante, ocupa nada en mi vida, lo conté porque hablamos y saltó”.
Con ese dato se pudo ir a un lugar más profundo. Según se supo en su momento, el emprendimiento gastronómico lo inició durante el verano del 2020, en Nordelta, poco antes de la pandemia. El drama llegó rápido, cuando en mayo –ya en pleno confinamiento- en el lugar se realizó una fiesta clandestina. Arana tuvo que salir a aclarar que ese lugar ya no era de él.