Romina Uhrig se presentó de una manera en Gran Hermano, pero con el correr de las galas todo cambió. Ocurre que sostuvo que necesitaba el dinero para poder comprarse una casa o ganarse la prefabricada que estaba en juego, y darles mejor calidad de vida a sus hijas. Esa fue su carta de presentación. Adempas, siempre dijo que estaba separada del político Walter Festa, pero ahora se muestran nuevamente juntos.
Pero hubo investigaciones en el medio y aparecieron las pruebas, documentos y recibos de sueldos que indican que, en realidad, su condición económica es bastante mejor de la que intentó instalar. Hasta fue acusada de “ñoqui”, porque, según mostraron en su momento en LAM, seguía cobrando un sueldo de la Municipalidad de Moreno aún cuando estaba en el reality.
Por supuesto, apenas salió de la casa más famosa, desmintió todo y prometió llevar a varios a la Justicia. Apuntó contra Ángel De Brito y Yanina Latorre, entre otros. Por ahora, y más allá de las amenazas, a nadie le llegó la citación ni nada por el estilo.
Cuestión que el tiempo pasa y Romina mostró la otra cara ¿la verdadera? “Los domingo en el sillón son así”, escribió. En la foto se la puede ver con su hija Nina, la Caramelo, el perro que se llevó de GH, y dos mascotas más. La imagen muestra un living de revista, que claramente no es de alguien que llega justo a fin de mes. En otra imagen, tomando mates usando un termo Stanley, por cierto, nada baratos.
“¿Esta es la manicura pobre que dejó las tres hijas para ver si ganaba una prefabricada?”; “¿Vos no eras pobre?”; “Te apreciaba, pero mentiste sobre tu situación económica en el reality”; “La que no tenía casa y vive en tremenda mansión”; "Tranqui, esperando las clientas que tienen turno con ella para hacerse las manitos, mientras se toma unos mates en la humilde casa que alquila”, fueron algunos de los comentarios.