PRUEBA CASERA

Test rápido para saber si el agua que estamos tomando es de buena calidad

Es un recurso de primera necesidad, ya que lo utilizamos tanto para beber, cocinar e higienizarnos, entre muchos otros usos. Pero, ¿de qué calidad es el agua que llega a nuestros hogares y qué consumimos a diario?

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Aunque muchos lo desconozcan, Argentina es uno de los países del mundo con mayor concentración de arsénico en agua. Se estima que alrededor de un 10% de la población podría estar expuesta a esta amenaza “invisible”, que es muy difícil de detectar porque no tiene un color ni un sabor particular.

El arsénico es un elemento de origen natural que está en la corteza terrestre. En la provincia de Buenos Aires hay más de 30 localidades con niveles por encima de los 10 microgramos por litro (mcg/l) que aconseja la OMS. Eso significa que no es apta para el consumo. De hecho, 9 de cada 10 muestras de agua de la red pública y de los pozos superan los valores recomendados.

Este elemento es considerado como cancerígeno y el consumo de agua contaminada con arsénico a lo largo del tiempo puede producir una enfermedad llamada Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico (HACRE), la cual puede producir diversas manifestaciones en la piel y llevar a un daño irreversible en algunos órganos vitales del cuerpo.

Para que el agua que llega a nuestros hogares sea potable debe ser apta para el consumo humano desde el punto de vista físico-químico y bacteriológico. Actualmente, existen en el mercado una gran variedad de equipos de purificación domiciliarios y filtros que, por su tecnología, garantizan la eliminación de este contaminante, metales pesados, cloro y también de virus y bacterias en el agua.

¿Qué es el agua dura?

La red de abastecimiento de agua potable no llega a todos los rincones del país por igual y hay muchas zonas donde el agua proviene de pozos. Este es el caso de los principales cordones urbanos que nuclean a los countries y barrios privados. Por eso, es muy común que al abrir la canilla el agua se vea ligeramente turbia o que su sabor no sea del todo agradable.

Esto se debe a que el agua de pozo tiene altos niveles de sales minerales: cuantas más posee, más dura es. Esa dureza se percibe en el sarro que obstruye las cañerías, opaca la vajilla, oxida las griferías o mancha las bachas, videts e inodoros. También deja opaca y deslucida la ropa, arruina el pelo, deja la piel áspera y, en muchos casos, hace que no sea apta para el consumo. Es muy importante tener esto en cuenta al elegir un filtro para el tratamiento del agua como recurso y obtener agua de calidad para beber, cocinar, sino también para cuidar del sarro a los caños y a los electrodomésticos.

Tips para detectar si el agua es dura

Para medir la dureza del agua de forma casera, la forma más simple es la prueba de la espuma. Este test es rápido y consiste en 4 pasos fáciles:

  1. Llenar una botellita de agua hasta la mitad.
  2. Agregar 5 o 6 gotas de jabón líquido neutro, libre de colorantes, y perfumes.
  3. Tapar y agitar muy bien la botella.
  4. Si la botella produce burbujas de jabón y estas se desbordan cuando se quita la tapa, es probable que el agua sea blanda. Si por el contrario, el resultado es una capa jabonosa con pocas burbujas, lo más probable es que el agua tenga dureza.

FUENTE: Pura