Una cubana de 30 años llego a La Voz Argentina para cautivar a los coaches con su talento, pero además, para montar un consultorio sentimental en el estudio. Elena Guarner interpretó “I’m telling you I’m noy going” y los cinco jurados giraron su silla, pero durante su presentación la joven contó su historia y comenzaron algunas discrepancias.
“Hace siete años que vivo aquí en Argentina, me casé con un argentino”, comenzó relatando Elena que fue interrumpida por La Sole: “Esa cara de me casé con un argentino fue como mmm” a lo que la cantante respondió: “Lo que pasa es que ya me divorcié” una frase que provocó el interés de todos los especialistas en el tema.
“No son todos iguales”, lanzó Mau y Lali corrigió por lo bajo: “Si son” una frase que desató una inesperada discusión entre las mujeres del jurado: “Yo estoy felizmente casada con un argentino”, señaló Pastorutti con orgullo, refiriéndose a su relación con Jeremías Audoglio. “Es verdad Sole, pero no todos tenemos un Jere en la vida”, aceptó Lali.
A partir de acá, el reality había mutado a interesante debate sobre el comportamiento de los argentinos a la hora de una cita. La cubana los definió como ‘buenazos’ físicamente pero románticamente flojos: “Ellos son muy rápidos a mí me gusta más tranquila la cosa”, argumentó desde su experiencia.
“Para mí son sinceros, yo a los argentinos los defiendo a muerte” enfatizó La Sole pero nada fue suficiente para convencer a Lali: “Yo tuve la dicha de vivir un ratito en otro lado (España) y me di cuenta que es verdad que hay un par de patas flojas en las citas argentinas, yo me di cuenta que al argentino le falta un poco de magia a veces” dijo la intérprete de Disciplina. Elena avalo de inmediato la postura de Lali, pero sin embargo Soledad se mantuvo firme: “Yo creo que cada uno es uno y sus circunstancias” sentenció.